El Rascal

Ghouljaboy es uno de los nombres más desconocidos del roster de La Vendición Records, la discográfica horizontal que Yung Beef propulsó para firmar a artistas underground y “El Rascal” es su segundo e interesantísimo larga duración, quizá el mejor trabajo de los que han visto la luz en la colección Primavera-Verano (así estructura La Vendición sus lanzamientos) de la discográfica. Alejado de la cultura del single, Ghouljaboy brilla con un álbum muy interesante después de apuntar maneras con “Corpse Party”.

A lo largo de dieciocho temas, Ghouljaboy se luce fusionando y concatenando géneros. Parece que, con la premisa de un sonido soft que huye de lo comercial, Ghouljaboy salta con facilidad de sonidos más cercanos al urbano en “La Pampara 2049”, junto a Jaguarclaw y el propio Yung Beef, a la distorsión de Antifan, con quien colabora en “Antifausto”. Entre ambos estilos, el pop electrónico o letras de espíritu años ochenta-Movida Madrileña, aderezan un fondo con tintes rock inclasificable. Una mezcla que, a pesar de su complejidad y su heterogeneidad evidente, resulta orgánica y exitosa. El poder de convocatoria de Ghouljaboy es la otra columna vertebral de “El Rascal”. Además de las colaboraciones ya mencionadas, también se pasean por el trabajo Pedro Ladroga, Space Surimi, Rojuu y muchos artistas de La Vendición como Pochi o Clutchill.

“El Rascal” de Ghouljaboy es uno de los álbumes más completos e interesantes de la escena alternativa española de estos momentos. Consigue que creamos de verdad conoce las distintas fórmulas para sonar comercial o no, dependiendo de lo que le apetezca. Además, nos deja con el sabor de un álbum conceptual gracias la historia que lo atraviesa, la de El Rascal o Fausto, un fuera de la ley de ciudad bohemio, que entronca perfectamente con la contemporaneidad y que, tras vivir varias historias como en la que conoce a Nancy para luego despedirla, acaba en paz consigo mismo y con el amor en “La muerte de Fausto” o “Cuando Fausto conoció a Claira’. El resultado es realmente impresionante: un álbum que quieres volver a escuchar una y otra vez y que demuestra que hay futuro para la música alternativa de nuestro país.