A Esteban Ruiz le seguíamos la pista desde tiempos previos a The Baltic Sea, sin embargo no ha sido hasta su primer largo, “Ghostwoods”, cuando me he encontrado de nuevo con sus canciones, esta vez desde su reencarnación como I Am Dive. Reencuentro que, a pesar de la melancolía que se respira en sus canciones, me alegra. Me alegra comprobar como desde unos acordes con una guitarra se puede crear un universo en el que los arreglos electronicos de José A. Pérez humanizan más, si cabe, unas canciones que pueden alardear de humanidad y belleza a partes iguales. La pareja sevillana obliga a tomar aire desde “Mount Eerv” hasta “The Lake Waits For Me”. Melodías engordadas gracias a un preciosista forma de cantar y contar. Un disco que probablemente aparcaré durante los meses de calor, pero que consigue que estos días grises sean algo más cálidos.
Señor Angulo, redacta usted como el .... (lo siento, estaba demasiado a huevo y además es verdad)
Discazo.