Ciencia mundana
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Ciencia mundana

7 / 10
Kepa Arbizu — 05-02-2018
Empresa — Autoeditado
Género — Rock

El humor, la diversión, el indie, el pop… Todos términos que en la actualidad, y tras sufrir no pocas descontextualizaciones a lo largo de los últimos tiempos, suelen generar ciertos problemas, ya sean constatables o prejuiciosos, a la hora de adecuarlos con tino a un proyecto musical. Gerente no esconde la relevancia de algunos de esos elementos en la definición de su concepto, pero lo más importante es que saben englobarlos de una forma realmente solvente, algo que queda todavía más patente en su segundo trabajo, “Ciencia mundana”.

Constituidos alrededor de dos ex miembros de la banda garagera Thee Qüibbles, el quinteto bilbaíno ha desoído el ritmo que impone el presente en cuanto a atiborrar con novedades al oyente y han madurado la publicación de lo que es la continuación de su debut “Es bien”, fechado en el 2015. Para tal dedicación han recurrido a la labor, en tareas de producción, del tándem formado por Jon Aguirrezabalaga y Xabier Eguia, integrantes de los también vascos WAS (en el pasado We Are Standard). Una presencia con el suficiente fuste como para no dejar un rastro en las composiciones de la banda, en esta ocasión impulsándolas a liberar todos los matices capaces de alcanzar. En definitiva ofrecerles un registro mucho más complejo.

Pese a esa amplitud expresiva, el ADN de Gerente va a mantener como eje clave un sonido resultado de decorar el pop-rock con un revestimiento sutilmente electrónico, lo que al margen de su aportación instrumental le supone la no menos esencial consecución de un ambiente entre nostálgico y onírico. Una mixtura que marcará el devenir de temas como “Papá Oso”, más alineada con propuestas como las de Love of Lesbian, o “Prevención y tratamiento del mareo”, electrificada y angustiada, lo que la presenta entre vapores a Joy Divison o The Smiths. Sensaciones que imbrican con unas llamativas letras construidas bajo una receta tan peculiar como personal, donde el sentido del humor se da la mano con el costumbrismo y lo simbólicamente indescifrable, planteando una apuesta global que parece enfocada hacia la revelación de esa inconformidad o incomodidad agazapada entre lo cotidiano.

Si nos referimos a la dicotomía visible en el enfrentamiento entre guitarras y teclados, “Valerio Lazarov” o “El gran final feliz” suponen los ejemplos más atractivos, fruto precisamente de la tensión emergida de dichos polos. Aglutinadoras de una faceta más impulsiva serán canciones como “Nuestro circo ambulante”, soportada sobre vibrantes bases rítmicas, o “Puente de Broughton”, lanzada a base de rotundos estribillos. Mientras, en “Hostal Álvarez”, lo llamativo se escenifica en un dibujo melódico entre bucólico y melancólico, que pudiera recordar a Lori Meyers. Los efectos más envolventes, sustraídos con delicadeza de propuestas como las de Mercury Rev o similares, recaerán en la misteriosa y polvorienta “Summercase 08” o en “Tinto de verano”.

Gerente firma un segundo trabajo que si bien no pretende desubicarlos de ese totum revolutum en el que se ha convertido el denominado indie en castellano, su apuesta despunta en matices y detalles, lo que les ubica en un lugar mucho más personal y atractivo que buena parte de la masa de dicha etiqueta. El resultado es una “Ciencia Mundana” que esconde muchas más lecturas de las que puedan intuirse tras un acercamiento superficial.

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