Mozos y mozas de oídos amantes
de viajes duros y largos, he aquí uno de los discos del año que termina.
Russian Circles, con Mogwai faltos de ideas por un lado y por otro sus conciudadanos
de Pelican algo ensimismados en su propio planeta, vienen convirtiéndose en ese
grupo de una segunda fila que escandalosamente les queda ya pequeña como se
demuestra con este tercer largo. Un álbum nada frío, nada rígido y sí con un
sonido atronador y en orden reverso al primer mandamiento del estilo (esto es,
de la explosión al escombro) y una gama de tonos y texturas que se mueve de la
rugosidad de “Geneva” a una mayor abstracción que la de “Station” (si “Melee”
no es trip hop del
orgánico se le parece mucho), la calma chicha de “When The Mountain Comes To
Muhammad” o la grandiosidad de “Malko” (el doble bombo que precede a la entrada
del bajo y ésta misma ya valdrían el disco) y que acaba haciéndonos quitar el
sombrero ante Brian Cook (Botch, These Arms Are Snakes) que ya es un Russian más y cuyos graves son una de las claves para
que este “Geneva” suena tan gordo como suena. Un auténtico discazo.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.