Hay discos que partiendo de la independencia más absoluta y del revival más subterráneo, consiguen trascender fuera de la órbita underground. A veces lo hacen tanto que se convierten en un hype, con sustancia, eso sí, como es el caso que nos ocupa. Pasó hace un año con The Pains Of Being Pure At Heart, y es probable que se repita este 2010 con Wild Nothing. Jack Tatum, hombre orquestra detrás del grupo, es, como los de Brooklyn, un enamorado del indie pop de los ochenta. Ahora bien, le separa un matiz. Si TPBPH abrazaban la herencia del C-86 más saltarín, Wild Nothing tienen la mirada puesta en Flying Nun Records y en un halo oscuro a lo 4AD. Así que no es difícil intuir la sombra alargada de, por ejemplo, The Chills en más de una canción de este excelente “Gemini”, un disco que apela al poder de unas canciones inspiradísimas para superar su condición revivalista. Cortes gigantescos como “Drifter” (canción con regusto a Poundsign, héroes del indie pop subterráneo de los noventa), “My Angel Lonely”, “Summer Holiday” y “Chinatown” (que me recuerda mucho al “Goodbye Little Boy” de The Triffids), harán que el debut de Wild Nothing ocupe una posición alta en las listas de lo mejor de año. Y con todo merecimiento, ojo.
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