La exitosa sombra de Supergrass resulta tan alargada que, inevitablemente, ha llegado a eclipsar la carrera en solitario de su líder, mermando el impacto de los discos publicados por Gaz Coombes hasta la fecha. Sin embargo, la trayectoria del vocalista al margen de la encantadora banda de Oxford surgida en los noventa al amparo del Britpop merece, con toda seguridad, bastante más consideración, sobre todo atendiendo a títulos tan jugosos como fueron ‘Matador’ (Hot Fruit, 15) y ‘World's Strongest Man’ (Caroline, 18).
El británico suma otro acierto con ‘Turn The Car Around’, el que ya es cuarto álbum publicado bajo su propio nombre y que, de nuevo, se impone como un más que interesante tratado de indie-pop de calidad que no duda en nutrirse de otros géneros. Un álbum elaborado y desarrollado con gusto que apunta, en la que parece ser la dirección correcta, hacia composiciones de aspecto maduro y alma creíble. Nueve canciones arregladas con elegancia y sentido, hasta ensalzar la esencia de cada pieza en cuestión sin recargarla innecesariamente.
Lejos de acomodarse, el autor apuesta así por una vuelta de tuerca adicional que resulta determinante en el estiloso resultado, al focalizar elementos que embellecen las elegidas. Sucede con el magnífico single “Long Live The Strange”, los aires de crooner que subyacen en “Overnight Trains”, “Not The Only Thing” y “Don’t Say It’s Over”, la afilada “Feel Loop (Lizard Dream)”, “This Love”, la nostalgia bien entendida de “Sonny The Strong”, o el pespunte glam de “Dance On” ejerciendo como cierre de la referencia.
Una obra ambiciosa y asentada sobre no pocos detalles, que cuenta así mismo con guitarras bien colocadas, coros de trazo clásico y no demasiado alejados del soul, y destacadas harmonías vocales confirmando que Coombes es un cantante con personalidad. ‘Turn The Car Around’ es, en definitiva, una colección de temas empastada en torno a esos diferentes elementos que materializan un álbum con identidad global. Y, de paso, un elepé que sirve para redescubrir a un compositor bastante más valioso de lo que podría sugerir un primer y despreocupado vistazo.
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