Escapades

El debut en solitario de Gaspard Augé es un disco de huida. Un enorme caballo en el que montarse para galopar horas a través del desierto sin pensar en nada más, como refleja el videoclip de “Hey!”. “Escapades” pretende hacernos olvidar de una sola escucha todas esas comeduras de cabeza que arrastramos en nuestro día a día. Y, al contrario que en los discos de Justice, Gaspard no ha indagado demasiado en la oscuridad y busca más bien la construcción de melodías de fácil escucha, cálidas, directas, que se puedan incluso cantar. Algo que podemos percibir claramente al ver que no hay ni una sola letra en ellas, pero es una electrónica tan pegadiza que te engancha hasta el final. Cada pieza tiene su propia identidad y una fisicidad que atrapa desde el principio. Lo que convierte a este álbum, y esta nueva era, en un buen paso para ampliar el universo musical de Augé y, a la vez, evitar comparaciones.

Aunque el trabajo digital en el disco es muy importante, hay que destacar la inquietud de Gaspard por potenciar lo analógico. Este primer largo, separado de Xavier de Rosnay, está repleto de sintetizadores históricos que llenan poco a poco el álbum de un sentimiento retro que marca completamente su identidad. Desde un Yamaha CS-80, hasta un sintetizador Korg que había pertenecido a algunas grabaciones de Yes, la mítica banda inglesa de Jon Anderson. “Escapades” respira esa idea de jugar y experimentar con las maquetas previas de los temas hasta alcanzar el sonido electro europeo perfecto. Pero, a su vez, va a la búsqueda de un álbum lo más compacto posible, de tendencia conceptual e incluso comercial. De ahí que nos sea tan fácil imaginarnos al personaje construido por Gaspard para el disco recorriendo todas las canciones y atravesando todo tipo de viajes emocionales en forma de viaje épico, como si se tratara de una nueva reinterpretación de Mad Max.

Grabado en gran parte en los estudios Motor Bass de Philippe Zdar. En este proyecto el músico se ha unido principalmente a Victor le Masne y Michael Declerck como compañeros de búsqueda del diamante en bruto que le otorgara a Augé el prestigio suficiente para que su proyecto en solitario pudiera convivir con Justice en paz y harmonía. El resultado es una experiencia casi cinematográfica en la que convive la oscuridad que Gaspard no puede evitar en temas como “Europa” o “Lacrimosa”; con temas mucho más luminosos y casi de amor que jamás le hemos visto hacer previamente como “Captain”. Es un álbum con una estructura pop muy marcada, a pesar de ser puramente instrumental, y muy rico en el uso de instrumentación real como la apuesta por flautas o una percusión espectacular que explota desde el inicio del proyecto en esa canción para la batalla que es “Force Majeure” (y que marca en el videoclip como si de un Rocky Balboa trajeado a la batería se tratara). Además, el uso de coros en muchos de los temas humaniza las melodías y cubre esas ansias de buscar un mínimo de voz en un álbum tan friendly.

“Escapades” no tiene intención de ser un disco simple, ni de desnudar a Gaspard. Es más bien lo contrario, es un proyecto ambicioso, un disco disfrutón, que tiende siempre a maximizar todo. El artista juega con el humor para buscarle un lado positivo al presente. Exprime sus referencias creativas, asentadas en los 60s/70s, y reproduce su verdad en una época en la que la música cada vez está más contaminada por la búsqueda de ventas. Hay una intención muy marcada por parte del músico de alcanzar una propuesta de puro entretenimiento pero sin olvidar, evidentemente, la calidad y los detalles. Da gusto observar cómo un músico que posee una estabilidad tan grande se atreve a dar un nuevo salto para reiniciar sus ideas y sentir que es capaz de mucho más. Y cómo es posible hacer este tipo de movimientos de una forma más que correcta, creativa, libre y auténtica.