Decía un viejo profesor que los americanos siempre son capaces de lo peor, pero que son tantos, que siempre son capaces también de lo mejor. Bueno. En “Garden Ruin” no hay apenas mariachis, no hay instrumentales experimentales ni sonidos fronterizos o aires del rock crudo de Chicago, esto es otra cosa pero también es Calexico. Se supone. Joey y John, libres ya por completo del magnífico yugo de Howe Gelb han mirado alrededor y se han encontrado con una América ahogada en la desidia de su propio neoconservadurismo y se han dejado de ejercicios de estilo. Ellos, como casi todos nosotros, vienen más del rock que de ningún otro lenguaje, así que han usado el rock y el pop para bordar su disco más realista. Esto es tristeza de verdad. No hay una chica que deja a un chico que se pone tontorrón.
Hay un gobierno que mata y una nación que se deja llevar, y como Joey y John son buenos viajantes, han dejado de mirarse al ombligo y lo han reflejado en once canciones de rock mágico. Al final ha resultado que los Calexico más auténticos no eran los Calexico de toda la vida. De momento hemos perdido su mariachi pero hemos ganado sinceridad, a ver si le remueve la conciencia a alguien.
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