Yung Beef cumple una década en la música este 2023. La década más difícil de aguantar, la primera, y además jugando en modo experto, habiendo cargado sobre sus hombros el peso del género de la nueva música urbana nacional en general y del trap y el reggaeton patrios en particular durante sus primeros años. Cumpleaños feliz para un artista de los pies a la cabeza, que se ha reinventado una y otra vez sin dejar de buscar la vanguardia. Con la experimentación por bandera, Yung Beef es, al mismo tiempo, vanguardia y exclusividad. Nadie en España, probablemente nadie en el mundo, es capaz de hacer el tipo de música que él hace, un hibrido de géneros marcados por una visión del mundo muy concreta y un imaginario tan rico como sugerente. Autenticidad y verdad.
Que Yung Beef es uno de esos talentos que emergen una vez cada muchos años es algo que sabe todo el mundo que haya estado mínimamente atento a la cultura nacional en la última década. Sin embargo, en su camino de Atila hacia delante, ha dejado obras más o menos brillantes. Algunas de ellas, como ‘Kowloon’ han demostrado su profundidad y su influencia con el paso del tiempo; otras, como la saga ‘ADROMICFMS’ han estado vigentes desde el primer momento. Y también hemos encontrado accidentes, o al menos obras accidentadas, como los ‘Pluggg’, oscuros e insondables. ’Gangster Paradise’, la obra que acaba de ver la luz al filo de la primavera, es uno de sus trabajos grandes, en ocasiones, casi a la altura de su icónica saga de siglas, donde Yung Beef ha encontrado siempre el tiempo y la dedicación para consagrarse y con la que hace un díptico con‘Gansgster Original’, que se abre entre lo expansivo y lo minimalista.
En tan solo seis temas, una de las diferencias respecto de trabajos recientes que se alargaban hasta la docena y media de cortes como el propio ‘Gansgster Original’, ‘Gangster Paradise’, diseña un universo oscuro, triste y crudo; rindiendo homenaje a Lana del Rey, al rap old school y a la calle y a sí mismo. Así, este EP es una secuencia casi cinematográfica de cómo mantener vigente un discurso y unos tropos (drogas, sexo y amor, supervivencia, maldad y juego) a lo largo del tiempo gracias a una evolución en lo musical que brilla con luz propia, roja e indirecta, de reservado y de clandestinidad.
Además de con el pasado cercano, ‘Gangster Paradise’ resuena muy atrás, hay algo en este EP que nos conecta, precisamente, con los primeros temas de Yung Beef que vieron la luz allá por 2013 y 2014, donde nos abrió la puerta a su propio mundo a través de lo digital, la distorsión y los códigos. Agudo y profundo, como un tajo mortal al cuello, ‘Gangster Paradise’ cuenta con temas como ‘Palm Demons’ que ya forman parte de la historia del artista granaíno; un auténtico ejercicio de estilo y de talento para llegar a donde no llegar los demás. Yung Beef juega solo el partido contra el mundo y contra sí mismo, en estos últimos años, ha logrado abrir un abismo entre él y el resto de artistas nacionales. Cada año, Fernando nos deja con un trabajo memorable, y ya van diez. No rendirse al talento de Yung Beef, artista maldito y malditamente bueno, es casi imposible cuando se mira con los ojos de quien lleva también unos años en esto y ve salir cada poco nuevas propuestas que él ya adelantó antes.
En esta nueva etapa artística pospandémica, afincado en el sur otra vez, Yung Beef ha reducido su sonido a una microdosis mortal en cada canción. Una droga demasiado fuerte para hacerse adicto pero una experiencia inolvidable al fin y al cabo.
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