El estreno del autor catalán Gáldrick de la Torre (gestado junto a los productores Enrique Teruel y Xebi SF) supone una de las sorpresas más agradables de lo que va de temporada en el apartado nacional, tras firmar el de Girona un bonito álbum de perfil exquisito y marcada sensibilidad a flor de piel. El vocalista entrega, bien secundado por los músicos Miquel Sospedra (bajo) y Aleix Bou (batería), un total de once canciones delicadas que se manejan entre folk y un tipo de pop que abarca diferentes niveles de elaboración según la ocasión.
Unas texturas que mantienen como base común la elegancia innata del autor y el cuidado extremo de cada una de las piezas que conforman la referencia. De este modo, Gáldrick destila solvencia y se sitúa en algún punto mutante entre Nacho Vegas, Tarik y la Fábrica de Colores, Elle Belga, Fabián, Julio de la Rosa, Pigmy e incluso Los Planetas en su faceta más introspectiva. Unas sensaciones desplegadas desde la inicial “Por la gracia de la canción” (con la alargada sombra de Nick Drake apareciendo en la escena) y que se extienden a otras piezas como el irresistible single “El tren”, esa “Como un animal” a medio camino entre Cass McCombs y Damien Jurado, el ramalazo hacia el folclore tradicional de “En cada palabra”, la mística “No espera”, “La tormenta”, o la emocionante “Hoy el cielo se abre” que podría haber pertenecido a J y compañía.
Aunque la euforia se vea (muy) ligeramente relajada en el último tercio de la obra –algo por otro lado lógico y permisible dado el sobresaliente nivel del primer tamo–, lo cierto es que ‘Luz de fondo’ (NEU!, 22) supone un fantástico debut que bajo ningún concepto debería pasar desapercibido. Una disco de apariencia sencilla y hermosa pero trabajado a conciencia, que deriva en cálidas consecuencias y crece a cada nueva escucha, albergando el don de ofertar nuevos detalles a cada una de esas pasadas adicionales con las que reenamorarse, una y otra vez, de las canciones.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.