Rinoçerôse siempre fueron unos rockeros jugando a hacer house, pero con el paso del tiempo los franceses han dejado de lado sus característicos temas expansivos e instrumentales. “Futurinô” es la prueba de ello. Ahora las estructuras de sus canciones son más convencionales y van a la caza del estribillo y la melodía memorables. Muchos les tacharán de grupo light, carne de escenario grande de festival a las dos de la mañana, chunda chunda para el indie. Tienen razón, pero aún y así resultan irresistibles.
Vale que el electro rock está más visto que la copla, vale que sus riffs son de primero de guitarra, vale que buscan descaradamente el single (bueno, en eso no hay nada malo…), pero su fórmula funciona y sus temas tienen una energía y efectividad pistera que para si la quisieran muchos (Vive La Fête, por ejemplo, que van del mismo palo y son un quiero y no puedo). Éste es un disco que ha de disfrutarse sin prejuicios, porque uno acaba rindiéndose a la efectividad de hitazos como “Panic Attack”, que te pone a botar desde el primer minuto, el electropop rabioso de “Touch Me” y “Time Machine”, el pildorazo que resulta “My Cadillac”, su particular “My Generation”….
Suenan horteras y un poco previsibles cuando intentan sonar como un cruce raro entre Franz Ferdinand y The Rolling Stones (“Where You From?”, “Head Like A Volcano”), pero quien quiera peras se vaya a otro huerto. “Min City” y “The Heroic Sculpture Of <>” (cachondo el titulito), son las piezas que presentan su sonido más reconocible y se digieren bien. Si le quitas las dos lentas, “Tomorrow” y “Week End Of Sin”, tendrás ocho dianas que te alegrarán el mes y, muy probablemente, la noche que les veas encima de un escenario.
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