Los dos bombazos en forma de single de la temporada han venido firmados por el mismo hombre. Tanto “Maneater” de Nelly Furtado como “Sexyback” de Justin Timberlake son obra de Timbaland, un productor superdotado capaz de levantar carreras insípidas. De hecho las de sus dos nuevos protegidos lo eran: la primera era una inofensiva cantante; y el segundo era un simulacro de chico malo que no paraba de dar palos de ciego. Con la llegada de este mago de las mezclas (con predileccin por las percusiones metálicas y las bases de la música negra ms oscura y sudorosa de los ochenta) a sus vidas, la cosa ha cambiado. Furtado ha conseguido el mejor trabajo de su carrera con "Loose", una verdadera colección de hits con la vista puesta en la pista de baile que se mira en el espejo de M.I.A. (la cantante de Sri Lanka matara por tener canciones como "No hay igual" y "Glow") y en la primera Madonna (ojo al sabor ochentas de "Do It"). Y Justin Timberlake ha entregado su trabajo más acertado hasta la fecha. ¿La razón? Una arriesgada apropiación nada ortodoxa y muy libre del funk y r&b ochentero de Prince (en canciones como "My Love", "Damn Girl" y "Sexy Ladies"), que lo sitúa por encima de la media de productos mainstream al uso.
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