Tres años después de sacudir la escena Trap estadounidense con el lanzamiento de "BeastMode" (Epic Records, 2015), Future y el productor Zaytoven juntan fuerzas de nuevo para entregar la segunda parte de una mixtape que (en ambas entregas) de alguna manera cimenta su influencia en la creación y posterior desarrollo de un estilo cuya estética, sonido y contenidos les debe mucho a ambos. Que la fórmula del rapero autotuneado narrando/cantando historias de estética lumpen y espíritu autodestructivo acerca de las drogas, la violencia, el sexo, la fascinación por el lujo y unas obligadas dosis de machismo sobre repetitivas bases Trap está ya tan trillada que en muchos casos bordea la vergüenza ajena hasta caer en la autoparodia involuntaria, es algo evidente (en España tenemos una larguísima lista de ejemplos), pero también es cierto que, como ocurre con cualquier estilo popularizado masivamente, entre toda esa mediocridad generalizada sobresalen los listos de la clase, y Future es uno de ellos.
Los nueve temas que dan forma a la continuación del laureado "BeastMode" nos muestran a Future y a Zaytoven en plena forma e inspirados como nunca, creando unas atmósferas y un tono general a lo largo de los escasos 31 minutos que dura la mixtape que suenan y huelen al Dirty South más profundo y, valga la redundancia, sucio. Todos los clichés están presentes aquí, del sonido al contenido, en una especie de guía acerca de qué es y de dónde viene eso del Trap; pero lo diferencial (una vez más, en la sucesión de aciertos comerciales y artísticos que es la prolífica carrera de Future), es la calidad resultante de la suma de dos tipos que, aparte de tener talento, saben muy bien lo que se hacen.
En "BeastMode 2" encontramos el característico flow arrastrado y agónico de Future, transformado en lamento por momentos, arropado a la perfección por un colchón de arreglos casi minimalistas por parte de Zaytoven, capaz de crear unas atmósferas extrañamente emocionales a base de pianos, cuerdas y bases electrónicas repetitivas que le dan al conjunto general un tono decadente y casi nostálgico. La suciedad característica del Trap encuentra en manos de Zaytoven un espacio donde hay cabida para la elegancia y un tipo de emotividad sutil que dota de profundidad a la producción.
Desde las sutiles flautas de la inicial "Wifi Lit" hasta los pianos de sonoridad clásica de "Racks Blue" y "Red Light" (dos de los mejores temas del disco), pasando por los ambientes R&B de "When I Think About It" o las melodías de regusto más comercial de "Some More" o "31 Days", Future se encuentra cómodo e inspirado para desarrollar todo su imaginario de infancias rotas, excesos varios, lujo desmedido y la constante sombra de la locura asociada a la fama.
En el tema que cierra "BeastMode 2", "Hate The Real Me", la repetición casi obsesiva de la frase “I'm trying to get as high as I can” funciona como perfecto colofón de un relato plagado de imágenes oscuras y música hipnótica, una especie de viaje al interior de una mente tan brillante en lo musical como atrofiada por problemas de nuevo rico con demasiado dinero para gastar en drogas y joyas, mientras intenta sobrellevar las voces en su cabeza y el peso de una infancia más bien dura en las calles de Atlanta.
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