God Melodies
Discos / Fryars

God Melodies

8 / 10
Don Disturbios — 08-08-2021
Género — Pop

Que levante la mano el que recordaba a estas alturas de la jugada a Benjamin Garrett. El músico responsable de Fryars llevaba desaparecido de la primera línea de la actualidad la friolera de seis largos años. De acuerdo que el mundo de Garret no ha parado de girar y que, tras su anterior entrega discográfica el notable “Power” (Fiction/Music As Usual, 14), el productor ha seguido trabajando y escribiendo canciones para artistas como Lily Allen. También colaboró en la confección del segundo trabajo de estudio de la inglesa Rae Morris, cantante con la que acabaría casándose y con la que espera un bebé para finales de este mismo año. Además, la pareja compró y rehabilitó una casa en Londres con tan buen gusto, que incluso les sirvió para aparecer en la típica revista de diseño de interiores explicando todo el proceso. Y todos esos acontecimientos se han colado, como no podía ser de otra forma, en los surcos de este tercer y delicado trabajo de orfebrería pop que me ha dejado un excelente sabor de boca.

Es más que posible que “God Melodies” no tenga este año la misma atención que sí van a tener otros trabajos de artistas que están en el continuo candelero de la actualidad mediática. El tercer largo de Fryars va a estar destinado a esos oídos inquietos que todavía buscan que les sorprendan con una de esas melodías divinas que tan difíciles son de lograr, pero que sin duda conmueven cuando se conciben. De hecho lo de este tercer trabajo de Fryars se puede situar a la altura del de otros orfebres filigranescos que han actuado como francotiradores un tanto ajenos a la actualidad como el Matthew E. Whitte de “Big Inner” (13) el John Grant de “Queen Of Denmark” (10), el Gruff Rhys de “Babelsberg” (18) o si miramos hacia nuestra casa el Pigmy de “Miniaturas” (11). Artistas que andan siempre a la búsqueda, no solo de una gran melodía que erice el bello, sino también de dotar a sus canciones de un revestimiento cargado de detalles con un cuidado uso de los recursos que las nuevas tecnologías y los estudios de carácter casero ponen a su disposición, pero sin perder la esencia de lo clásico: la que bebe de luminarias como Brian Wilson, Todd Rungren o Jeff Lynne. Y así con un pie en la modernidad más absoluta, pero con otro en la tradición pop que busca la belleza por encima de cualquier otra premisa, es como ha sido concebido este notable trabajo. Ni más ni menos.

“God Melodies” es por tanto un disco variado y preciosista. Un trabajo que tiene como punta de lanza un single tan potente como “Moscow”, en la que también participa su pareja Rae Morris, con la que logra tejer una envolvente y extraña telaraña melódica vocal que se instala en tu cabeza como solo las grandes canciones pueden hacerlo. Pero hay más, porque el disco es un luminoso paseo como demuestra una “Pair Of Dancers” que no hubiera desentonado en el “Sgt. Peppers”. Y es que los Beatles es otra de esas referencias que parece instalada en la mesilla de noche de Garret, y que dejan su huella en numerosas ocasiones a lo largo de un disco. Un trabajo  que finaliza de forma inmejorable con una “Quail's Egg N1 In C Sharp Major que bien podrían haber firmado Super Furry Animals en sus viejos buenos tiempos.

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