El tiempo se ha acelerado. O enlentecido. ¿Las dos? Puede que para algunos el tiempo nunca fuese inconveniente. Siempre relativo, percepciones a parte. Los hay que viven en otro ‘tiempo’: no es normal haber sacado treinta y dos canciones extraordinarias en un año. Por mucho zarandeo pandémico que hayamos cargado.
No es normal que esas canciones formen parte de la –de momento– duología de un debut. Un estreno relativo, cierto es: antes se había desempeñado como productor para Ed Sheeran o FKA Twigs. ¿Pero como primer material, algo tan magno?
No es ni mucho menos normal la sensibilidad al ‘collage’, los valiosísimos recursos narrativos (esos mensajes de voz cotidianos ‘lo-fi’, redundantes) que ayudan a empatizar hasta el extremo con la obra. Una primera parte, “Actual Life (April 14 - December 17 2020)” donde la añoranza, la extrañeza y el deseo de normalidad adoptan formas de un equilibradísimo garage house. Tierno pero vívido, movido.
Y ahora una segunda hornada donde se supera la fórmula. Han corrido, lo dicho, muy relativamente, los días. Pero la contrariedad se ha estancado –algo– como compañera de viaje. Hay movimiento, ecos de recuperación, aunque no puedan evitarse las miradas atrás. La vida de ahora no es horrible, pero tampoco es la de antes. De esa paradoja vive “Actual Life 2 (February 22 - October 15 2021)”.
Por fechas, este es un segundo ‘round’ de luz: ¿Qué es el baile sino la representación de la misma en los ‘días de la distancia’? De arranque trip hop, desde “Catrin (The City)” oímos teclados –tímbricamente, xilófonos– de activación.
El disco se enfoca a la pista, reforzando el corpus orgánico con vientos (y más). Hasta “Gigi (What You Went Through)”, el conjunto no hace más que crecer. A la vez, hay algo más de piano, como el que hemos visto en su Instagram. Espejismos. No tarda en volver a una producción del gusto de Jamie XX. Y en el ecuador... ¡Escuchamos a Carlos! Más saturado, parco. Un recuerdo en forma de interludio. La nostalgia combinada al segundo con vanguardia. Un punto más para asegurar la longevidad: mostrarse versátil. “Faisal (Envelops me)” es otra maldita cosa.
No es normal. No es normal que Fred Again.. esté marcando ya época: acierto absoluto en fondo y forma en sus dos largos. Lo advirtió en esta misma revista. Y lo hizo: Fred Gibson será recordado por congelar estos momentos rarísimos. Conjugando la mensajería instantánea con la música de baile detallista. Todo está ligado; los discos deben escucharse como una sesión, con los temas como hechos al momento. Un bizcocho aún húmedo. Él tiene la llave para poner lazo al tiempo.
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