Close It Quietly

Frankie Cosmos regresa con el que es su cuarto disco en solo cinco años –segundo para el sello Sub Pop–, en un proyecto que Greta Kline parece liderar con descontrolada creatividad y cierta despreocupación. Una entrega que se concreta en nada menos que veintiuna nuevas canciones, aunque agrupadas en escasos cuarenta minutos de duración. Una pista definitiva acerca de las peculiaridades de la referencia, protagonizada ésta por canciones cortitas y al pie, de fácil asimilación y en las que un pop suave, sencillo y con querencia folk resulta artífice principal. El habitual regusto por la baja fidelidad (bien medida de antemano, eso sí) del combo preside todo el producto, mientras que a lo largo del recorrido –tan agradable como en realidad poco trascendente– asoman algunas joyitas de dos minutos.

Son dianas del tipo de la inicial “Moonsea”, “Rings (On A Tree)”, una “41st” a lo Camera Obscura, “Windows” o la melancólica “A Joke”. La dulzura interpretativa de Kline –hija de los actores Kevin Kline y Phoebe Cates– resulta agradable, apuntalada por esa instrumentación algo básica pero apropiada para el estilo, aunque las coordenadas terminen por resultar inevitablemente repetitivas. Un efecto reiterativo que viene acentuado en la segunda mitad del álbum con temas del tipo de “I'm It”, “UFO”, “Marbles”, “Did You Find” o “With Great Purpose”, y durante la que resulta complicado mantener el interés e incluso no desviar la atención. "Close It Quietly"(Sub Pop/Popstock!, 19) es, en definitiva, un trabajo que no incomoda e incluso deja puntales y evidentes alegrías, pero que encuentra su principal lastre en un error de cálculo y medida.