Juliette Lewis vuelve al ruedo apenas un año después de primer largo, “You’re Speaking My Language”, y la verdad es que pocas cosas han cambiado entre ambos discos.
La principal diferencia radica en el sonido del álbum, de nuevo crudo y accesible a partes iguales pero relativamente más directo; un intento de captar la energía de sus conciertos que se cumple más o menos con acierto. El otro cambio, menos palpable, radica en la naturaleza sumamente clásica de algunos cortes –a destacar “Get Up”, un cruce-homenaje a The Who y AC/DC-. Por lo demás, “Four On The Floor” reproduce a modo de secuela los esquemas de su predecesor, dando forma a un nuevo tratado de rock’n’roll sucio y deslenguado aderezado con cierta actitud punk –“Smash & Grab”, “Killers”- y la sencillez melódica propia de la new wave.
Añádanle a todo ello un poco de rock alternativo de los noventa y un par de singles rabiosamente pegadizos como “Hot Kiss” y “Sticky Honey” –más cercanos a Courtney Love y a la primera Alanis Morissette que a PJ Harvey- y darán con el resultado de la ecuación: un ejercicio revisionista al servicio de la carretera y los escenarios que se escucha de principio a fin con suma facilidad. El conjunto adolece, sin embargo, de un fondo conformista y de un discurso propio aún en construcción. Comprobados su tirón y solvencia en directo, esperemos que Juliette y sus The Licks se esmeren, tal y como ya han avanzado que harán, en ofrecer algo más novedoso de cara a su próxima entrega. Veremos.
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