A la escena metalcore le hacía mucha falta un grupo como Code Orange, un combo que huye de las mecánicas más artificiales que practican otros compañeros de generación. En Code Orange todo suena tal y como tiene que sonar, aquí no hay trampa ni cartón. Además, aparte de metal y harcore, para salirse por la tangente y diferenciarse, también mezclan con música industrial. Eso se nota sobre todo en este segundo disco, en el que han dado un volantazo hacia la tendencia predominante en los noventas, con un enrejado más real si cabe, con temas muy crudos y violentos. La muestra más clara es Kill The Creator, una canción en la que cabe todo lo que tienen en sus cabezas, un puzle completo. El fichaje por Roadrunner Records es otro estímulo, se han quitado el miedo (si es que alguna vez lo han tenido), y lo mismo, te recuerdan a Pantera que a The Dillinger Escape Plan, y en el horizonte están Converge y NAILS. Pasan de la mala baba de Real a las melodías imaginativas de Bleeding In The Blur, un tema pesado y oscuro como Ugly y la complejidad justo al final de dream2. Plantando cara, y de qué manera.
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