Como los buenos vinos, Paul Westerberg anda buscando obtener la mejor calificación, una garantía para el resto de su carrera. Y qué mejor que definirte a ti mismo de una vez por todas. Westerberg se declara estrella del folk, dejando los tiempos en los que se veía más apegado a sus eléctricas, a las que pretendía destripar y con las que hacía mil y una diabluras.
Pero el tiempo pasa y los vinos cambian de aroma y de cuerpo. Si "14 Songs" representó un resurgir incendiario tras la ruptura de The Replacements, "Eventually" supuso una elegante confirmación de sus aciertos y "Suicaine Gratifaction" resultó víctima de un bajón creativo, "Mono/Stereo" y especialmente "Folker" nos subrayan la validez -de la que nunca hemos dudado- de un artista que no piensa hacer marcha atrás.
Este último es un disco sencillo, nada pretencioso, pero que, dentro de esa candidez, encierra una serie de canciones turbias, amargas y con sustancia. La suya es una montaña rusa de sentimientos que van del optimismo inicial de "Jingle" (muy Beatles) a la acidez de la autobiográfica "23 Years Ago", pasando por la vitalidad de "As Far As I Know" o la aridez del rasgado de sus cuerdas en "How Can You Like Him" y "Folk Star", ambas con las figuras de Bob Dylan o Neil Young empapando su espíritu.
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