La primera vez que oí hablar sobre The Lions
Constellation fue bajo la referencia de “Motown noise”, etiqueta que
describe un híbrido imposible pero que cobra sentido cuando escuchas
como la banda consigue mezclar el groove del sonido Madchester con la
crudeza del garaje primitivo. Hablar de The Lions
Constellation significa hablar de referentes, más aun cuando descubres
que el cuarteto catalán lo lideran los hermanos RJ Sinclair y Graham,
con un claro bagaje musical en Tokyo Sex Destruction e It´s Not Not el
primero y pinchadiscos residente de la [2] del Apolo, el segundo.
Quienes les conozcan sabrán que su gusto refinado por la música se
decanta por un sonido que empezó a gestarse durante los sesenta,
evolucionó en los ochenta, y en los poderosos noventa acabó de pulirse.
El sonido en concreto tiene un denominador común, la psicodelia que
crearon bandas como 13th Floor Elevators y que luego grupos como
Spacemen 3 se encargaron de pulir. En “Flashing Light”, The Lions
Constellation (grupo demoscópico de esta publicación hace unos meses)
beben mucho de estas influencias y, además, las mezclan con un punto
lumínico que recuerda a The Jesus And Mary Chain más ruidosos. El
resultado es un disco que suena como si no hubieran pasado los años y
que llega al clímax en “Where Did You Go”, “She´s My Heroine” y “My
Girl”, respectivamente. Si eres de singles, no te pierdas “The End Of
Our Days”.
What a plearuse to meet someone who thinks so clearly