Dawn Landes es una de esas cantautoras norteamericanas de vocación indie que nacen para ser adoradas por pocos.
Como Julie Doiron o Haley Bonar, otras dos maravillas ocultas del indie-folk, Landes nunca llegará a tener el estatus de Cat Power, una de las pocas que han conseguido sacar la cabecita fuera del entorno independiente. “Fireproof” es uno de esos discos que aparecen casi sin hacer ruido a pesar de su valía, destinados para esas minorías que llegan hasta él casi de forma milagrosa. El segundo largo de esta ingeniera de sonido de profesión con base en Nueva York es otra maravilla que sigue la estela de su debut, “Dawn’s Music”, un disco que nos muestra a una artista que huye de los clichés del género gracias a la frescura de sus canciones (algunas cercanas al pop), a la emoción con las que la interpreta (su dulce voz es una de las claves de su triunfo) y a la simplicidad de unos arreglos que funcionan a la perfección (pianos, xilófonos, banjos…). Siempre contenida, elegante y sincera (sus textos son verdaderas confesiones), “Fireproof” contiene algunas de las canciones más emocionantes de la temporada. Cortes como “I’m In Love With The Night”, “You Alone” y “Twilight” son difíciles de olvidar en al menos tres vidas.
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