No sabemos aún -ni lo sabremos hasta que no pasen unos meses- si con este disco, Rippers saldrán de ese injusto anonimato en el que están instalados desde hace demasiado tiempo. Si nos ceñimos a lo meramente musical, no cabe duda que lo merecen, sus canciones están ahí y les dan la razón. El crecimiento de los tarraconenses va en aumento con cada nuevo lanzamiento, sonando mucho más sólidos, demostrando estar seguros de si mismos y siendo más atrevidos. Con la producción a cargo de uno de los integrantes del grupo (David Teichenné), el grupo sigue siendo igual de puro y auténtico que antes, combinando esa fuerza bruta tan característica en ellos y esas melodías que cada vez tienen más poso. Y lo que es más importante, lo que de verdad importa, que las composiciones son mejores, sin desmerecer nunca lo hecho anteriormente. Una canción con el poderío y la rabia de “Justice” no la grabas de buenas a primeras, mientras que intensidad contenida de “Again & Again” también necesita un tiempo de maduración, por no hablar de piezas como la inicial “Take The City” o ese cañón que es “Lights”.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.