A estas alturas, puede parecer que Fin Greenall –aka Fink– siempre haya estado ahí. Ubicado en un discreto segundo plano, pero dispuesto a (de tanto en tanto) publicar nueva música con la que realzar su trazo elegante y sentido ante ese público que tiene a bien seguir su carrera. En realidad, fue en el año 2000 y con el cambio de siglo cuando el artista británico debutó en base a un primer larga duración de título “Fresh Produce” (Ninja Tune, 00), trabajo que le puso el mapa y con el que daba inicio a una carrera ininterrumpida desde entonces, además de, en términos generales, interesante.
“Beauty In Your Wake” es una nueva muesca en positivo dentro del currículo de Fink, con el de Cornwall sonando sensiblemente más orgánico y alejado (sin renunciar a ciertos ribetes) de esa veta electrónica con la que habitualmente ha venido adornando unas composiciones tendentes al trip-hop. A cambio, Greenall se deja caer sin tapujos hacia su faceta de songwriter, entre pop y folk, con buen gusto y cierta profundidad emotiva dando calidez a una secuencia sedosa de diez piezas entre la que destaca la sinceridad de “One Last Gift”, “What Would You Call Yourself”, “So We Find Ourselves” o “The Only Thing That Matters”.
Una decisión que emparenta el contenido de la presente entrega con las de otros autores similares a Fink, del tipo de Damien Rice, José González, Sohn, Dntel, James Jorkston o el malogrado Gravenhurst, con la alargada (y, en este caso, actualizada) sombra de Nick Drake apareciendo con frecuencia en el fondo. Se antoja complicado que “Beauty In Your Wake” vaya a cambiar el signo de la trayectoria de de Fink, pero sin duda afianza al autor dentro de su actual posición. Aquella que funciona como sinónimo de satisfacción y valioso seguro de calidad inherente.
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