Tercer largo de Bigott y permitidme que os deje claro desde el principio que es, sin lugar a dudas, el mejor de todos ellos. Un hecho que no resultaba nada fácil de lograr dado el enorme nivel de sus dos anteriores obras y que va camino de convertir a este mañico en unos de los secretos mejor guardados de la canción de autor de este país junto a Remate.
Escuchas los diez temas de este álbum y la sensación de que estamos ante el Mark Linkous español se acrecenta a cada nueva escucha. Voz profunda y dotada de matices, instrumentación de querencia americana que lo situaría en algún punto entre el anti-folk de Devendra Banhart, la capacidad para partir de la esencia de la raíz de la música yanqui de mis admirados Sparklehorse para en cierto modo pervertirla y la Velvet Underground más comatosa (“The Party” es un claro ejemplo de ello). Pero las referencias son para que los no iniciados sepan de qué va el juego y se animen a participar en él. Para los ya lo están, decirles que encontrarán momentos que directamente te erizan el vello, como cuando rinde sentido homenaje a su amigo Sergio Algora en ese pequeño vals que es “Algora campeón” (El nombre de Leonard Cohen también podría añadirse a los anteriores) o esa inicial “Afrodita Carambolo” que podría competir con cualquier tema de Grand Archives o Iron And Wine e incluso el uso de los coros que directamente recuerdan a la tonada de “El río” de Miguel Rios en “She Is My Man” o en la marciana “Kinky Merengue” y la frágil dulzura de “Oh Clarin”... Puestos a hacer una crítica el disco se me antoja demasiado corto, aunque ya saben que lo bueno, si breve...
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