La escena urbana catalana sigue creciendo a pasos agigantados, como se muestra a la perfección en “La Calçotada”, el segundo álbum de estudio de Figa Flawas. El dúo de Valls nos presenta un trabajo de veinte temas en el que se han metido en todos los ritmos posibles, mostrando que su sello de identidad es justo ese: no tener un estilo fijo. Puede que a priori parezca un álbum muy largo y que apunta a no tener un sentido lógico, pero hay que adentrarse en él para darse cuenta de todas las virtudes que esconde.
Es un disco que cumple con las expectativas que se habían generado en torno a ellos, ya que en este último año han saltado a un gran público gracias a hits como “Mussegu” o “Diabla”, que han hecho que se le sume una presión añadida a su música. En este trabajo nos encontramos justo con todos esos temas que les han hecho ser más conocidos en el panorama musical catalán, pero también con grandes rarezas, aquellas que les encantan hacer desde sus inicios.
Por eso no sorprende que sampleen “Al vent” de Raimon en “Es ven”, el corte más hip-hop de todo el álbum en el que hablan de su trayectoria, incluyendo su parte como artistas independientes, y de la parte oscura de la industria. Intencionadamente, va colocada justo antes de “Mussegu”, su hit más radiable, para mostrar que también pueden hacer que a cualquier persona les guste su música. Pero ya no es solo que muestren que saben rapear, sino que también saltan a la salsa en la canción que abre el disco, acompañados de grandes músicos entre los que se incluye la formación Horny Session, y se meten en un corrido tumbado en “Aurora”. Una amalgama de ritmos y estilos que, lejos de chocar, hacen que se les identifique más claros que nunca como lo que son, unos artistas camaleónicos.
Y todo lo han hecho bajo el concepto de la Calçotada, esa fiesta tradicional catalana, nacida en su Valls natal. Esa es la respuesta a la gran cantidad de estilos que encontramos ya que, cómo en cualquier fiesta que dura una jornada entera, se van pasando por diferentes moods, desde la exaltación máxima en “Xtratarrestres”, hasta el momento de bajón más presente en “Que no s’acabi” o “M’equivocava”, y el final, con su consecuente recogida, en la nostálgica “El vermutillu”, un corte acústico en el que se nos invita a planear la próxima fiesta para comenzarla lo antes posible.
Lo que más sorprende de este disco es lo poco que han seguido los cánones establecidos para un disco en la actualidad. Han sacado veinte canciones en un solo disco, contando con solo 4 featurings (Mushkaa, Alba Armengou, Pol Bordas, Compte y Lluís Gavaldà) y en los que su primera acción de firma no ha sido en ningún gran centro comercial de ventas, ha sido en la plaza de su pueblo, Valls. Los Figa Flawas tienen puestos los pies puestos en el suelo y parece que, gracias a ello, y su gran riqueza musical, van a ser unos de los grandes reyes de las fiestas catalanas de la próxima década.
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