Open Here

Al igual que puede pasar con St.Vincent, Metronomy o los añorados The Apples in Stereo (por buscar solo tres paralelismos), en la música de Field Music nada es del todo lo que parece. La aparente accesibilidad de sus ganchos melódicos siempre depara algún giro inesperado, algún atajo esquivo, una vuelta de tuerca que prueba que su música bebe de un pop comercial de amplio consumo – especialmente focalizado en los ochenta – pero siempre bajo un prisma que rehuye los caminos demasiado trillados. Ese es su principal atractivo y, al tiempo, su estigma más obvio, por cuanto les aleja de la repercusión que sin duda merecen.

Su sexto álbum no es una excepción, de nuevo con los hermanos Peter y David Brewis trasteando con los espectros de Steely Dan, XTC o Peter Gabriel, aunque ahora con el plus de inquietud – en los textos – que removió en su estómago el hecho de que su ciudad, Sunderland, fuera una de las urbes británicas que con más claridad apostó por el Brexit: nada menos que más de un sesenta por ciento votó por irse de la UE. Obviamente, Field Music están tan en las antípodas ideológicas de todo aquello como musicalmente distantes del neoclasicismo british – algo apolillado – en medio del que fermentaron hace más de una década, poblado por ramplonerías como Kasabian, Kaiser Chiefs o Razorlight.

Como corolario a todo ello, conviene subrayar que este "Open Here" puede competir sin complejos con los mayores picos de su discografía, gracias a canciones tan extraordinarias como “Time in Joy”, “Count It Up”, “Share a Pillow”, “Cameraman”, “Daylight Saving” o “Find a Way To Keep Me”, en las que cada arreglo de cuerda, cada tecla de piano y cada sección de viento están perfectamente pensados para acariciar los sentidos del oyente, entre el brote de pop prístino y cierto barroquismo formal. Se trata – en suma – de otro extraordinario álbum, que evidencia su condición de clásicos en vida, en el mejor sentido de la palabra.