Con su nueva grabación, el EP de seis canciones titulado "Jan Zu", la banda vizcaína Feline demuestra que va adquiriendo una personalidad más definida, concretando cada vez más su sonido alrededor de unas influencias bastante bien digeridas, apostando definitivamente por el euskera como único idioma y apartando de momento las letras en inglés.
El uso que hacen del teclado, luminoso y evocador, en "Ez dago anfetarik", les emparenta de manera definitiva con sus adorados Stranglers. El pegadizo estribillo, impregnado de unas guitarras con mucho peso y pegada, ayudará a que esta canción sea de las más coreadas en directo. La introducción de la muy rockera "Norbait hil da hemen", con el bajo y la batería dando paso al resto, supone el punto de partida de una composición directa y urgente, una válvula de escape para la sección rítmica del grupo.La más larga del lote es "Ezin zaitut begiratu". Ambientes cambiantes y protagonismo para todos los instrumentos en un tema en el que parecen juntarse Jesus and Mary Chain con Gari de Hertzainak. Una supuesta colaboración a priori improbable, pero que factura unos momentos redondos y disfrutables. "Fantasia debekatua" podría pasar sin problemas por un hit ochentero de los Stranglers. Vuelve a hacer acto de presencia ese teclado omnipresente y adictivo que lleva en volandas al cuarteto bizkaitarra por los dominios del pop rock anguloso, donde lo oscuro y lo luminoso combaten por hacerse con el trono. Imposible no volver a mencionar a Hertzainak mientras suena "Maitasunik gabeko zaldunak". La entonación de la voz, la estructura y el tempo nos trasladan de nuevo a esos añorados años ochenta. Dos minutos y medio de ebullición dinámica y controlada.
"Jan Zu" finiquita el minidisco homónimo. Una especie de balada electrónica y ambiental, un breve retazo de tranquilidad que ejerce de contrapunto ante la energía anterior.
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