MOR: No le temas a la oscuridad
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MOR: No le temas a la oscuridad

6 / 10
Luis M. Maínez — 09-10-2023
Empresa — Universal Music
Género — Reggaetón

Ay, Feid. En algún momento tenía que pasar. Después de cinco años surfeando una ola tras otra, cada una más grande que la anterior, logrando convertirse en uno de los máximos exponentes del reggaeton a nivel mundial, además de un fenómeno social que ha convertido a sus seguidores en auténticos fanáticos que visten, hablan y actúan como él (FERXXO, MOR,…), y, sobre todo, un animal compositivo capaz de lanzar canciones a decenas con un ritmo apabullante, Feid parece haber tocado un primer techo con su último álbum ‘MOR: No le temas a la oscuridad’, que podría ser su álbum de consagración, donde ha apostado por sí mismo y por su vesatilidad y talento, dejándonos su trabajo más variado -sin lugar a dudas- en cuanto a ritmos y producciones, ha terminado siendo un álbum que no logra alcanzar sus ambiciones. A la complejidad de ciertas producciones y sus aventuras por variantes del reggaeton que tocan el tecno, el afrobeat o el indie pop, lo cual es encomiable, por supuesto, se suma una colección de letras que no consiguen emocionar al oyente (ni calentarle, ni hacerle vibrar) como sí lo hacen muchas otras de sus canciones.

Suele pasar, y no me cansaré de repetir que es una desgracia, que mientras más crece un artista más se esfuerza en mejorar a nivel musical y más olvida el aspecto letrístico. No estoy pidiendo, claro, que Feid sea Bob Dylan, pero sí que se mantenga como uno de los mejores letristas del género urbano en español. Sí, ese que en ‘Yandel 150’ es capaz de engancharte a lo que está contando (cantando) en tan solo tres frases y media. ‘MOR: No le temas a la oscuridad’ es un álbum completo, pero que se merece una rebaja en las calificaciones de lo que le llevamos ofreciendo a Feid en esta revista, una de las primeras, por cierto, en nuestro país, en darle el reconocimiento que se merece como uno de los grandes músicos colombianos de esta década.

Las colaboraciones que adornan el álbum son ciertamente interesantes. Rema es uno de los artistas de afrobeat más importantes de esta nueva hornada que (una vez más) amenaza con asaltar el mainstream mundial, y que parece que lo puede lograr, y ‘BUBALU’ es un buen tema, pero no es tan bueno como podría. ‘Niña Bonita’ es, casi del mismo modo, más un cromo en la carrera del colombiano que un gran hit: si uno colabora con Sean Paul quizá sea mejor ir a su terreno en vez de hacerle venir al tuyo. La intro del álbum es uno de sus mejores cortes, como también lo son los dos cortes con los que termina: ‘el único tema del ferxxo’, junto a Pailita y Young Cister; y ‘PRIVILEGIOS’, una de las grandes sopresas de la carrera de Feid, saltando al pop alternativo de guitarras de la mano de Cupido. No por chauvinismo, pero ‘PRIVILEGIOS’ es uno de los temas más brillantes y originales que he escuchado en los últimos tiempos; en especial la unión de estilos en la producción es adictiva.

Con el reggaeton ya convertido de facto en el nuevo pop, y la electrónica asentada en la tendencia (‘LUCES DE TECNO’) Feid busca llevar el género a nuevas cotas y a nuevos públicos (a los pocos que quede por conquistar), pero se olvida de que lo pop no es solo un sonido, ni una temática, es la voluntad de que quienes te escuchan sientan algo con tus canciones que ya sentían pero que no sabían que estaba ahí. ‘MOR: No le temas a la oscuridad’ es demasiado frio, falta sentimiento, falta sentir miedo, que diría Carolina Durante. Feid pasa el examen pero todavía no ha firmado un álbum que asiente su leyenda, como si lo hicieron Rauw con VICE VERSA, jugando también a ser pop; Bad Bunny con su reggaeton para quienes no les gusta el reggaeton; o Balvin con "Vibras".

 

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