FERXXOCALIPSIS

Feid se ha convertido en una de las mayores superestrellas del mundo. A fuerza de hits y de una forma particular de entender su propio personaje artístico, haciéndolo indivisible de sus canciones, y, sobre todo, gracias a una hiperactividad creativa que le ha llevado a firmar casi medio centenar de canciones en un año natural entre álbumes, singles y colaboraciones. Es casi imposible que no se resienta la calidad de una obra tan extensa. Los grandes artistas de la historia, en sus épocas de mayor fertilidad, salían a álbum por año, en ocasiones muy especiales incluso dos. Feid lleva varios años incansable al desaliento. Por eso, su ya penúltimo álbum, ‘MOR, No temas a la oscuridad’, fue un verdadero pinchazo a pesar (quizá por eso mismo) de abrirse a nuevos sonidos y tendencias. Toda la crítica especializada se puso de acuerdo, desde Mondo Sonoro a medios digitales de nicho, que pueden ver comprometidas sus expectativas de crecimiento si tildan de mediocre un álbum impulsado por uno de los grandes labels discográficos.

Quizá por eso mismo, Feid ha sido rápido en la contestación. Apenas dos meses después de su pinchazo, ha vuelto a la carga con ‘FERXXOCALIPSIS’, un álbum de concepción más clásica del género y con unas bases sólidas a fuerza de hits y de canciones de fondo que cualquier otro artista soñaría con tener como su hit más conocido. ‘ALAKRAN’ es una bomba de noventa segundos que sirve para dar el pistoletazo de salida a un álbum como este que no baja el nivel en ninguno de sus diez tracks. Enumerábamos antes las claves del estallido de Feid, pero nos reservábamos la más importante: ha sido capaz de crear un sonido propio, y que ese sonido sea la mismo tiempo reconocible y flexible, en constante evolución. Incluso cuando colabora con un productor como ATL Jacob (responsable, entre otros, del hit de Future y Drake ‘Wait For You’) que viene del mundo angloparlante, tan lejano de Medellín. ‘DESQUITE’ es un hit, también lo es ‘ESQUIRLA’, aunque no vayan a lograr las reproducciones ni la popularidad de ‘CLASSY 101’, junto a la ya-más-que-una-promesa Young Miko, por quien Feid apostó antes que casi nadie. ¿Pasará lo mismo con Pirlo, Mañas Ru-Fino, o Jhay P, los artistas underground que comparten line-up con el Ferxxo en este trabajo?

Desde luego es encomiable y revelador que Feid haya apostado por jóvenes talentos desconocidos para el gran público y le haya salido bien. Mejor, de hecho, que sus colaboraciones en el álbum anterior. Hay talento, ritmo, lujuria, hedonismo y originalidad. Hay algo mágico en el sonido que Wein (el productor principal de Feid) y compañía han logrado en este trabajo. Algo me dice que no va a ser el disco más exitoso del colombiano, pero algo me dice también que no va a recibir ninguna opinión desfavorable. Es curioso el estado en el que se encuentra el género urbano en este momento. Por encima de que se haya convertido en el nuevo pop, parece que los álbumes han caído un poco en desgracia en el reggaeton mientras, en paralelo, cada vez se intenta hacer más proyectos y salirse más de las reglas del género. No en este caso, donde Feid ha alcanzado uno de sus peaks ciñéndose a lo básico: Unos bajos fuertes para llegar hasta el suelo; y sexo, sudor y calor.