Son muchas las cosas que se me pasan por la cabeza para describir lo mucho que me gusta el segundo disco de estudio de Girls. Una de ellas sería que son unos de esos pocos grupos (se pueden contar con los dedos de una mano, ojo) que entregan discos que se pueden escuchar de principio a fin sin pasar en el reproductor ninguna de sus canciones. Los más tiquis miquis podrán decir que las dos canciones experimento de “Father, Son, Holy Ghost”, las muy rockeras pero excelentes “Vomit” y “Die”, piden darle al botón de next, pero estarían faltando a la verdad. Es tanta la heterogeneidad y sabiduría pop que posee el disco, que incluso se entienden esas boutades. Y es que “Father, Son, Holy Ghost” es una sonada jukebox donde todo es posible: las guitarras surf de “Honey Bunny”, los aires a lo Suede de “Alex”, esa tonada a lo Buddy Holly que es “How Can I Say I Love You”, el soul a cámara lenta de las conmovedoras “Myma” (canción que Christopher Owens, cantante y guitarrista de Girls, dedica a su madre) y “Love Like A River”, el bubblegum pop de la luminosa “Magic”, ese guiño a Cass McCombs que es “Forgiveness”, o el delicado y derritenenas mediotiempo que cierra el disco, “Jamie Marie”. Exquisito.
Vive le Pop!