Cuando escuché los tres primeros adelantos de "Mahashmashana", el sexto disco de Josh Tillman bajo su alias de Father John Misty, pensé que el cantautor estaba buscando nuevos sonidos, el primero era una especie de funk ligero con un poco de 'yacht rock', el segundo se metía ligeramente en las abstracciones de los últimos discos de Low y el tercero era la canción más puramente rock de toda su discografía, pero después de escuchar el disco al completo me he dado cuenta de lo equivocado que estaba. Este disco es una sublimación del personaje, aquí están todos los Father John Misty anteriores elevados al cubo.
Tillman vuelve a explorar sus temas de siempre, autoexploración, existencialismo, salud mental o la relación con la fama, o lo poco que le toca ("seguro que soy el tipo menos famoso en haber rechazado salir en la portada de la Rolling Stone"), con la crudeza, la ironía y el humor, no falto de un punto desgarrador, habitual, rodeados de exquisitas orquestaciones, maravillosas melodías y esa voz que sigue ganando con los años.
El título del disco, "Mahashmashana", significa en sánscrito "Gran Crematorio", lo que parece significar que Tillman sigue el concepto con el que terminaba "Chloë and the Next 20th Century", su anterior disco, que finalizaba bajo el mandato de "construir vuestros cementerios sobre nuestros cementerios". Puede que Tillman esté quitándose la piel finalmente de Father John Misty en este disco, o puede que no. Lo que está claro es que el disco suena a gran final, aunque solo sea antes de una nueva etapa.
La canción titular nos recibe por todo lo alto con su 'Muro de Sonido', suena como el sueño húmedo de Phil Spector, algo así como la mezcla entre el “All Things Must Pass” de George Harrison, el “Death Of A Ladies Man” de Leonard Cohen y el Elvis de Las Vegas en el 69. Estamos ante una canción colosal, y no solo porque se vaya más allá de los nueve minutos sino porque es, simplemente, una de sus grandes canciones de siempre. Musicalmente es increíble pero esa letra en la que nos cuenta como las grandes mentiras, ya sean religiosas, espirituales o terrenales, siempre terminarán convenciendo más que las dolorosas verdades (como puede ser la más triste de todas, que todas y cada una de las personas que conoces se van a morir): "Una mentira perfecta puede vivir para siempre, a la verdad no le va tan bien, no se posa en los labios a media carcajada, no es el tipo de cosa que se cuenta".
Luego llega ese trallazo de rock ácido llamada "She Cleans Up" donde Father John Misty demuestra que podría tener en sus manos un futuro como cantante de los Viagra Boys. Líricamente es una maravillosa fábula sobre los abusos y el MeToo: "Ahora el conejo tiene el arma, no te acompañará a cenar, lleva demasiado tiempo en el menú". Tillman sigue siendo él al cuadrado, en la autoreferencial "Josh Tillman and the Accidental Dose" comienza con un piano con ciertos toques jazz, para comenzar cantando a continuación "Ella puso "Astral Weeks", dijo "Me encanta el jazz" y me guiñó el ojo. Este es el último sitio en el que querría estar pero no puedo conducir y mucho menos dormir...". Father John Misty sigue siendo el rey del "guiño, guiño, codazo. codazo" y acaba entregando la perfecta continuación para "The Night That Josh Tillman Came To Our Apartment" o "Mr. Tillman".
“Mental Health” es pura mantequilla derretida sobre pan, esto es pop barroco en su máxima expresión, a medio camino entre Burt Bacharach y Nelson Riddle, pero si la música se mueve como una mariposa la letra pica como una abeja, haciendo burla de todos esos vacuos mensajes y libros de autoayuda: "Salud mental, nadie te conoce como tú mismo, vosotros dos deberíais hablar".
"Screamland" comienza centrada en su propia y sedosa voz, parece que vamos a seguir por los caminos orquestales de "Mental Health" pero una percusión distorsionada nos avisa de que esto no es así, de que aquí hay más aristas, hasta que esa distorsión se va contagiando a toda la música, incluso a la voz, y con Alan Sparhawk a la guitarra esto comienza a sonar como los últimos discos de Low. En la canción más arisca del disco, el cínico es vencido por el romántico que pide seguir soñando y asegura que "el amor debe encontrar un camino".
En "Being You" vuelve la calma, los lujosos arreglos orquestales y un Father John Misty en estado disociativo nos cuenta lo difícil que le resulta relacionarse con los seres humanos. Es el preludio al momento en el que se sube al escenario de Las Vegas a cantarnos sus grandes éxitos, y es que "I Guess Time Just Makes Fools of us All" tuvo su primer aparición en el "Greatest Hits" que apareció a comienzos de este año, con todo merecimiento, por otra parte. Esto es Father John Misty en su máximo esplendor, con un poco de funk blanco mezclado con 'yacht rock', Tillman va escupiendo frases lapidarias ante una producción exquisita, niveles Steely Dan, y hasta un solo de saxofón, sirva como ejemplo ese "con tu genio para elegir batallas, no es de extrañar que todos los cascos sean demasiado pequeños".
El final llega con esa oda al Tin Pan Alley que es "Summer's Gone", una canción tan buena que podría haber entrado en el repertorio de Sinatra o, si me lo permite el propio Tilman, Sarah Vaughan. Tillman madura contra su propia voluntad ("con el tiempo, contra tu voluntad, la sabiduría llega") y comienza a quitarse la máscara de Father John Misty para entregar su disco más sincero.
Y es que "Mahashmashana", que llega justo después de su grandes éxitos, es el disco que mejor resume su carrera, una perfecta encapsulación de su esencia, desde esa segunda parte de "The Night That Josh Tillman Came To Our Apartment" hasta ese final que parece sacado de su revisión del Great American Songbook que fue "Chloë and the Next 20th Century". Y puede que Father John Misty te parezca un insufrible hipster que siempre habla de los mismos temas, muchas veces él mismo, pero trata de convencer a alguien de que no es un compositor excelso en términos de melodía y arreglos (que se lo digan a Robin Pecknold y sus Fleet Foxes) y lo tendrás bastante más difícil.
Y si Josh Tillman está quemando a Father John Misty para un nuevo renacer, entonces "Mahashmashana" es un crematorio digno de presenciar y, sobre todo, deleitarse escuchándolo.
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