Fantasía

Cómodos en su propio desorden, Reyko construyen con “Fantasía” un álbum con el que sentirse liberados sin perder su esencia. Una colección de cortes pop que se van enriqueciendo con nuevos desafíos y que se desarrollan de forma independiente teniendo como único enlace principal la frágil voz de Soleil e incluso perdiéndola al darle el peso a Igor en “All I Ever Do”. Partiendo de un inicio bastante inocentón e inofensivo como es “Tú y yo”, Reyko se apoyan esta vez en la sencillez para entregar cantos al amor y cortes que en esta ocasión llegan para celebrar la vida. Eso sí, siempre hay hueco para los desencantos (“Josephine”) e imperfecciones pese a que en esta nueva era las malas vibras las han dejado en casa.

Paisajes oníricos, loops de batería resultones y riffs de guitarra que se mueven entre el rock setentero y el pop alternativo de finales de los dos mil. “Fantasía” es un híbrido entre la celebración de los temas de soft pop que tantas alegrías les han dado a Reyko colocándoles en lugares que ni ellos mismos imaginaban (sus canciones han sonado en series como “Élite” o “La casa de las flores”). Y, por otro lado, la intención de dejar bien claro que son mucho más que una voz frágil y una base pegadiza. Ejemplo de ello es la americanada que supone “Josephine”, y que sirvió como adelanto para sentenciar un poco este nuevo lanzamiento como un compilado en el que todo es posible; ese cierre pacífico que te invita a respirar intensamente con el instrumental de “6pm” o la esencia post-punk que capturan en “Bienvenidos”. Cierto es que el riesgo no es especialmente alto en “Fantasía”, ya que más que una experimentación, o cambio radical, lo que ha vivido el dúo es una exhibición sobre la mesa de todo su universo y las posibles vías de desarrollo estirando lo que son en el presente. Pero, lo que sí que tiene este nuevo álbum es mucha más luz que su predecesor presentando un regreso a un sonido más orgánico y terrenal.

Es un álbum con el que sus protagonistas tiran algunos muros, juegan y disfrutan de sus creaciones. Reyko abren las puertas sin prejuicios de su mundo a la hora de llenarlo de referencias que reinan en el mainstream de la industria actual. Se enriquecen así entre referencias clásicas y lo mejor de las masas construyendo una identidad totalmente versátil que evite que se les encapsule en una determinada escena. Y, como añadido, por primera vez le dan el peso que se merece en un álbum a sus composiciones en castellano. Saltos sonoros, caos intencionado, de la chanson française a la que nos puede llevar “Siempre estaré contigo” hasta esa anárquica “Leaving Station” en la que hay cabida para todo. Una especie de agujero de gusano capaz de devorar lo que se coloque frente a él y que resume muy bien lo que el dúo quiere conseguir con “Fantasía”. Un álbum sincero que firman para celebrar su identidad con orgullo, lo conseguido hasta ahora, más que un proyecto con una ambición por lograr un éxito concreto. Una pieza construida para ordenar un ciclo post pandémico de euforia y creatividad al que necesitaban poner nombres y apellidos.