El tercer disco de Lali Puna seguramente dará con un canto en los dientes a todos aquellos que esperaban una secuela más o menos en consonancia con su anterior obra, “Scary World Theory”. Si hace dos años las texturas de sus temas eran vaporosas, esta vez muestran unos contornos más perfilados. El grupo germano ha resuelto con suerte dispar su disco post-éxito de crítica, ya que mientras por un lado consiguen que sus canciones sean más suculentas gracias al uso de una dialéctica mucho más directa, por otro nos encontramos con una reducción sustancial de los matices, lo cual hace que la combustión emotiva de los temas se agote con mayor rapidez. “Faking The Books” es por tanto un disco de corte más crudo que los anteriores; es como si se hubieran tomado al pie de la letra el viraje estilístico por el que está pasando actualmente el sello de Thomas Morr, con ejemplos como Ms John Soda (cada vez más rockeros) y Man´s Bestfriend (primera incorporación de hip hop al catálogo). De hecho, Valerie Trebeljahr y Markus Acher se han dejado llevar por el curso actual de los tiempos haciéndose más latentes las connotaciones al pop de los ochenta así como al garage rock –llegándose a convertir en una constante ineludible que la batería adquiera una mayor contundencia, mostrándose más irascible que nunca-. “B-Movie” progresa a partir de una introducción expoliada de “She´s Lost Control” de Joy Division, con una batería sucia que da paso a un bajo abultado (la voz filtrada de Valerie es un auténtico galanteo con “el lado oscuro del pop”). En cambio “Grin And Bear” presenta una melodía cálida que podría recordar a los Pet Shop Boys de “Behaviour”. Por otro lado, “Mocronomic” y sobre todo “Left Handed” suponen un giro más claro hacia el rock de guitarras, acercándose en la segunda a una estructura sonora cercana a Sonic Youth.
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