Exsonvaldes han mostrado, desde sus inicios, un excelente gusto a la hora de tratar melodías y facturar preciosas canciones de pop elegante. Los parisinos también han sido capaces de evolucionar su propia creatividad en base a una ambición y convicción que, en su quinto largo, alcanza cuotas inéditas. “Aranda” es el trabajo más fino y mejor acabado del combo, en la que además supone una colección de canciones variopinta, madura y a la vez intachable. De este modo el cuarteto es capaz de destilar emocionante melancolía y exitosa verticalidad con igual solvencia, dejando también notables muestras de oscuridad. Jugosa y arriesgada entrega de un grupo que podía haber apostado por acomodarse y consolidar una popularidad al alza, pero que ha preferido mantenerse inquieta y añadir nuevas formas a su catálogo. Una jugada que certifica, de manera concluyente, ese nivel que siempre se les intuyó.
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