Cuatro años después de "Rips", una de las piedras de toque del power pop actual, Ex Hex regresan para confirmar que son las mejores a la hora de hacer funcionar un, a priori, extraño cóctel en el que caben el pop de guitarras vitaminado y el punk de aires nuevaoleros, el rock duro que sonaba en la radio en los setenta y ochenta y el espíritu de una banda de garage rock. La cuadratura del círculo que consigue la banda liderada por Mary Timony (Helium, Wild Flag) y Betsy Wright (Bat Fangs) es alucinante, y en este "It’s Real" luce aún mejor que en su debut. El segundo disco del trío norteamericano es un festival de riffs monolíticos pero a la vez serpenteantes y claramente pop, un festival de electricidad sónica apoyada en una base rítmica explosiva que se enriquece con unos coros y unas armonías vocales (realizadas por las tres integrantes de la banda) que hacen pensar en la era dorada del power pop yanqui: la de Cheap Trick, The Cars y The Knack.
En su paso por el Primavera Sound de hace unos años pudimos comprobar que sobre el escenario –y seguramente también en la vida real- Ex Hex son pura energía cinética y nervio, una sensación que “It’s Real” es capaz de capturar con éxito (el disco fue grabado utilizando de forma simultánea diez amplificadores en el estudio, uno de ellos un modelo vintage usado por Def Leppard en “Hysteria”). Y es que el simple hecho de escuchar las diez canciones que lo componen adelgaza más que una sesión de body combat. Ex Hex también son unas alquimistas superdotadas en el arte de convertir lo viejo en algo nuevo y excitante al insuflar frescura a todas las bandas del pasado que citan y homenajean. El tema que abre el disco, “Tough Enough”, una historia agridulce sobre una ruptura amorosa, relee la herencia de las Go-Go's de “Beauty And The Beat” añadiendo intensidad y electricidad al pop chispeante de las californianas; los riffs de guitarra de Timony en “Good Times” homenajean con exuberancia a The Cars de “Magic”; “Diamond Drive” se atreve a birlar la melodía inicial de “Living After Midnight” de Judas Priest para llevarlo a un terreno power pop; el punk-pop de “Cosmic Cave” reescribe a los Buzzcocks de “Singles Going Steady”; en la muy Bomp! Records “Radiate” se atreven con arreglos de teclados new wave; y “Rainbow Shiner” reivindica los años setenta de Ritchie Blackmore y de The Runaways con un himno AOR de nuevo cuño aguerrido y lleno de tensión.
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