El inconmensurable Jason Pierce –aka J Spaceman– entrega el magnífico ‘Everything Was Beautiful’ (Bella Union, 22), otra fracción de su universo sonoro perpetrado con el sello de calidad de Spiritualized. Una obra que vuelve a arrasar por ambiciosa y trascedente, y que, si bien no presenta nada inédito dentro del dietario del músico, a cambio vuelve a convencer sin atisbo de duda. Un álbum con el que el británico confirma su deambular por un mundo manejado en propiedad, estratosférico y ciertamente alejado de lo terrenal. El mismo que, de tanto en tanto y tras enfundarse su escafandra, tiene a bien compartir con el resto de mortales a través de un nuevo viaje cargado de peculiaridades.
Se sucede así esa imaginativa tan apabullante como bella, en la que el autor se empeña en rellenar hasta el último rincón del lienzo sumando siempre con sentido. El resultado es un álbum de siete canciones y cuarenta y cinco minutos de duración, en el que las velocidades e intensidades mutan constantemente, potenciando tonalidades y también las sensaciones que desprende ese viaje mágico, psicodélico, hermoso, colorido y ampliamente sugerente ofertado por Pierce. “Always Together With You” es el espectacular (y romántico) single que abre fuego y encuentra continuación en la no menos certera “Best Thing You Never Had (The D Song)”, mientras que “Let It Bleed (For Iggy)” funciona como habitual medio tiempo del combo, que homenajea la figura del ex vocalista de Stooges y en un momento dado rompe y se arranca. Por su parte, “The Mainline Song / The Lockdown Song” acelera el ritmo y parece imparable en su trascurrir, “The A Song (Laid In Your Arms)” se acerca al apogeo indie-pop con la magnificencia de sus vientos, y los diez minutos soul de “I'm Coming Home Again” ejercen de mastodóntico cierre. Un disco barroco y sin embargo vertical y realista, además de por momentos épico y excelso, que incluye los habituales coros góspel, numerosas capas melódicas y un sinfín de músicos adicionales (más de treinta en total) dando forma a esas estructuras casi imposibles, tan elegantes como complejas.
‘Everything Was Beautiful’ es un despliegue para los sentidos, así como un espacio acomodado en el que evadirse de cualquier realidad insana. El enésimo regalo de Jason Pierce dentro de una trayectoria que incluye títulos magnos como ‘Lazer Guided Melodies’ (Dedicated, 92), ‘Ladies And Gentlemen... We Are Floating In Space’ (Dedicated, 97), ‘Songs In A&E’ (Fontana, 08), o más recientemente ‘And Nothing Hurt’ (Fat Possum, 18). Un movimiento que señala al ex Spacemen 3, de una vez por todas y admitiendo la posibilidad de que aún no ostentase tal estatus, como uno de los genios más obsesivos y brillantes dentro de esa generación de artistas surgidos en Reino Unido entre finales de los ochenta y comienzos de los noventa.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.