El segundo trabajo de Richard Russell bajo su apelativo Everything Is Recorded (recordemos: Russell es el jefe del sello XL y productor estrella de artistas como Damon Albarn o Adele) es una brillante exploración musical y emocional del muy consolidado mito occidental del viernes por la noche…y de la melancolía del día después. Como él mismo confiesa, la experiencia que da la edad hacía inviable limitarse sólo al momento juvenil del subidón que tan bien conoce de las raves en los noventa. Así es la vida, una montaña rusa.
Russell echa mano de su vasta cultura musical, recurriendo a una colección de variopintos samples de artistas tan diversos como Smog, Teardrop Explodes o Mikey Dread, y da rienda suelta a una legión de colaboradores, fundamentalmente artistas emergentes británicos y neoyorquinos: del rapero de Manchester Aitch a la londinense FLOHIO, la irlandesa Maria Somerville, el músico de Trinidad Berwyn Dubois o su ya habitual cómplice Infinite Coles. Es un apasionado diálogo entre pasado y presente tamizado por la huella del hip-hop clásico de los ochenta, que marca todo lo que hace Russell, como también lo hace su pasión por la cultura house.
Un trabajo de orfebrería que no omite la inmediatez DIY. Pasamos del bajo punzante post-punk de “10:51 PM/The Night”, los aires funk con vocoder de “1:32 AM/Walk Alone” y el reggae de “2:56 AM/I Don´t Want This Feeling To Stop” al ritmo minimalista house de “3:15/Caviar”, hasta desembocar en la introspección: la elegancia jazzera de “4:21/That Sky”, el piano melancólico y las melodías delicadas de “5:10 AM/Dream I Never Had”, el góspel agridulce de la espléndida “11:55 AM/This World”. La voz del viejo anarquista Penny Rimbaud (Crass), cierra un trabajo que encuentra su mayor fortaleza en el conjunto, y que nos conforta en estos tiempos oscuros.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.