Con una facilidad pasmosa, Underworld nos arrastran en este directo hacia una expresión pura y dura de la capacidad de la música electrónica por abalanzarnos al baile infernal y a una percepción particular de sus sonidos más básicos (aunque sabiamente combinados). De ahí que Underworld interpongan la creación y la frescura en un directo que busca reproducir el trabajo de unos músicos que luchan por no caer en la mediocridad o en el acomodo que generan las ventajas de la tecnología.
Los temas seleccionados pertenecen a grabaciones de distintas actuaciones del grupo de los últimos tres años, incluyendo las de festivales como Glastonbury o Fuji. Empezando por “Juanita” combinada con “Kiteless” y pasando por un repertorio que, aún a partir de pocas canciones, se extiende durante más de hora y cuarto. Así suenan “Cups” –magnífica-, “Push Upstairs”, “Pearls Girl”, “Jumbo”, hasta llegar a esa “Shudder/King Of Snake” que hace tambalear los buffers y a esos incombustibles éxitos que son “Born Slippy” y esa “Cowgirl” que pone punto y final al necesario directo de unos Underworld que han sabido reciclarse continuamente y que, tras la huida de Emerson, deberán buscar nuevos caminos hacia la perfección.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.