Hay que tratar muy bien a esos artistas que, desde la electrónica, son capaces de mostrar la belleza del mundo. Encontrar los timbres, las cadencias, los tonos y los ritmos adecuados es una complejísima tarea para quien se sienta delante de un ordenador con la cabeza bullendo de ideas. La mezcla de dub, trip-hop y sonidos étnicos de “Dagger Paths” ya era una muestra de este saber hacer que solo se ha visto superado por el debut en formato de larga duración que es “Engravings”. Lo mágico es que estos sonidos sintéticos que no tienen referente alguno en el mundo real son creíbles y emocionantes. Matthew Barnes, el inglés que se esconde tras Forest Swords, hace que el disco suene como el hilo musical del Valhalla o quizás de una mitología asiática. Sea como sea, y en resumidas cuentas, “Engravings” puede ser uno de los discos más interesantes de este 2013.
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