Sleaford Mods son el paradigma de todo lo que nos repugna (y al mismo tiempo nos atrae) de la idiosincrasia socio-cultural británica. Ya desde el título comprendemos el afilado mensaje que el letrista James Williamson y el productor Andrew Fearn quieren trasmitirnos. Al parecer, el frontman se encontró con las palabras English Tapas garabateadas en el cartel de un típico pub inglés. Tras esta “hermosa” yuxtaposición de conceptos inconexos se encontraba el menu del local en cuestión, compuesto por medio huevo escocés, una ración de patatas fritas, pepinillos y una tarta de cerdo. En resumen: una puta mierda.
English Tapas, noveno asalto ya del dúo de Nottingham, vuelve a golpear duro a todas las miserias de su patria, pero esta vez lo hace con una coartada irrefutable; la salida del Reino Unido de la Unión Europea (sí, el Brexit). El retrato de país que muestra el disco es el de una isla repleta de gente desmoralizada que se aleja en el océano atlántico hacia la más absoluta irrelevancia. Cuando Sleaford Mods se dieron a conocer internacionalmente con Divide And Exit, Gran Bretaña se encontraba sumida en las políticas de austeridad de los tories, pero la realidad geo-política de 2017 ha superado con creces la visión ya de por si catastrófica de aquel disco. Al tiempo que la sociedad británica navega en aguas cada vez más tormentosas, Sleaford Mods afianzan su papel de irreverentes cronistas del creciente descontento de sus clases populares.
Aunque aquí no hay un ápice de amargura gratuita. Los continuos destellos de ingenio, sentido del absurdo y ambivalencia tragicómica (nunca resulta claro si el humor es deliberado o meramente accidental) endulzan hasta cierto punto la orwelliana epopeya. El dúo nos sirve, una detrás de otra, 12 “canciones” que se saborean como 12 pintas (resaca incluida).
El disco se abre con la impetuosa, Army Nights, ofreciendo una versión más sutil de su post-punk minimalista con las ya familiares cajas de ritmos de Andrew Fern. Messy Anywhere vuelve al tema del abuso del alcohol y otras sustancias como forma de escape de la realidad. En la fantasmal “Time Sands” la imagen se hace más vivida aún si cabe con la metáfora del reloj de arena cuyo contenido se desliza lentamente de una esfera a otra sólo para volverse a a dar la vuelta de nuevo; un proceso inútil y sin sentido.
Pero es en la segunda mitad de English Tapas cuando el álbum se convierte de forma más evidente en un lamento post-Brexit. El estribillo de “Snout” proclama “un accidente de coche en el vacío de la Carta Magna”, Carlton Touts asegura que “el ángel de los Midlands vuela hacia el sur” y la genial “B.H.S.”, construida sobre un rapidísimo ritmo motorik, utiliza el cierre de la mítica cadena de tiendas como metáfora del declive de todo el país. Al tiempo que Williamson habla (¿canta?) sobre la “incompetente” oposición laborista o el “cobarde” Sir Phillip Green, los beats de sintetizador de Fearn se van tornando cada vez más certeros. El disco concluye con la tremenda I Feel So Wrong, donde confluyen la linea de bajo más potente del lote con probablemente la lírica más sombría que hayan firmado jamás.
Si la lógica de las tendencias musicales se aplicase a Sleaford Mods, su momento ya debería haber pasado. Tanto por la sencillez de sus ritmos como por lo reincidente de sus temáticas, la formula podría empezar a dar visos de agotarse. Pero las condiciones externas hacen de su propuesta algo tanto o más pertinente que el primer día. Si hace unos años Sleaford Mods eran la banda más original que nos llegaba desde Reino Unido hoy en día son, inevitablemente, la más necesaria.
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