Endlos
DiscosComo Asesinar A Felipes

Endlos

8 / 10
Adriano Mazzeo — 12-01-2024
Empresa — Clouds Hill
Fotografía — Archivo

Para ser una banda de gente en sus cuarenta y tantos Como Asesinar a Felipes, siguen a tope en el juego. En esa época de la vida en la que la frescura de la juventud comienza a esconderse cuando nos miramos al espejo, cuando el reloj da alarmas seguidas sobre algunos pendientes y la musculatura comienza a ser una fuerza menor detrás del sentimiento y la razón, la banda de Santiago de Chile sigue creciendo creativamente. Lo hace sabiendo que la vida es una sola y que precisamente el tiempo para tachar pendientes comienza a escasear, sí. Pero en una monumental clase de saber estar, progresan con distinción, sin apuros, con los sentidos puestos en encontrar la forma de que su carrera (y en gran parte la vida de cada uno de sus integrantes) nunca deje de lado el mote de excitante.

“Endlos” significa “sin fin” en alemán y tiene sentido el sajonismo porque este es el primer disco grabado en los cuarteles de su sello, Clouds Hill de Hamburgo, hogar de The Mars Volta entre otros. Quizá ayudados por la mezcla de sordidez portuaria y el casco urbano de particular belleza que ofrece la más grande puerta alemana al mar, CAF firman un EP que podríamos comenzar a definir como manifestante, reflexivo y sinérgico. Siempre que la banda cambió un integrante hubo un “disco de bienvenida” para ese nuevo secuaz. En este caso el new kid es el bajista Raimundo Santander, eximio guitarrista del jazz y el folclore chileno, reconvertido aquí a bajista de gran nivel protagónico. Histórico colaborador del quinteto, Santander inaugura su andadura discográfica en CAF haciendo uso de su demostrado talento para la melodía lo que dota a la banda de nuevas texturas, ideas de apertura sonora que atrapan, trazos musicales generadores de imágenes mentales.

El otro asterisco lujoso en este EP es la participación de otro capo en la historia de CAF: Marcos Meza, teclista y cofundador residente en Berlín se vuelve a sumar a las filas de la banda para esta ocasión representando el recupero un cierto tipo de emoción en el arte de CAF. Meza es un músico y arreglador de dedos intrépidos con los que logra plasmar intenciones mejor que nadie en el desigual mundillo del grupo y más allá también, para comprobar esto vale chequear su magnífico nuevo trabajo solista “Piano Reveries” o sus colaboraciones con Alex Anwandter y Julieta Venegas.

No sería justo cerrar este comentario sin decir que el resto de los integrantes también siguen en sus trece: el saxofonista y flautista Gallardo vive en un decolaje constante experimentando de la melodía lisérgica, DJ Spacio es el mejor decorador de interiores del hip hop de su país y probablemente bastante más allá, el batería y compositor Felipe Metraca brilla porque nunca abandona su curiosidad: búsqueda y acierto son sus palabras claves. Y por último ese MC alienígena que es Koala Contreras sigue soltando verdades en clave de poesía incómoda, colándose entre las notas tan académicas como sudadas de su banda, expresándose alentado por sus recuerdos, sus alucinaciones y los sentimientos que le poseen en el día a día.

“Espiral”, “Hologramas”, “En pausa” e “Invitación de despedida” conforman un nuevo capítulo de CAF, un momento de vuelo creativo alto en el que su sonido en constante evolución oscila entre intensidad y sosiego mientras se codea con el dark jazz, lo progresivo y lo ambiental. A esta altura comienza a llamar alegremente la atención como CAF se mantiene sano y con esta musicalidad tras quince años de carrera, sobre todo teniendo en cuenta el enorme nivel de autoexigencia y riesgo a los que la banda vive exponiéndose. O mejor dicho, vive para exponerse.

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