Rivers Of Heresy

Finalmente llega el debut del esperado proyecto que une a Simon Neil de Biffy Clyro y Dave Lombardo de Mr. Bungle, Fantomas, ex Slayer y un etcétera imposible de transcribir. Recuerdo las primeras palabras sobre este plan. En boca de Neil se mencionaba a Napalm Death y Daughters para describir el sonido de Empire State Bastard; no son estos grupos los que te vienen a la cabeza al oír a la banda, pero sí muchos otros. Pero vamos por partes: este disco es, aparte de un fetiche de Neil que busca con éxito salirse de los cánones esperados de Biffy Clyro, otra evidencia de que Dave Lombardo fue un músico antes de trabajar con Mike Patton y John Zorn y otro distinto tras esas relaciones personales y laborales. Es casi una obviedad, pero aquí Lombardo vuelve a brillar con todas sus herramientas clásicas y modernas. En este caso el entorno sonoro recuerda a muchas cosas: los riffs densos y climas oscuros hacen pensar en Black Sabbath, lo retorcido de algunos formatos recuerda a la particular forma de componer de Billy Gould de Faith No More, los Melvins revolotean en muchos momentos, el yo metalero de Dave Grohl directamente parece haber estado en algunas sesiones de grabación y los guiños a otros grupos son varios más, entre ellos la fina fiereza de Therapy? y el frenesí de Death Grips. Lo bueno es que, aún en semejante mejunje de referencias, el proyecto logra sonar entretenido e incluso sólido, aunque no en todo el minutaje.

La cosa comienza por todo lo alto con “Harvest”, la descripción de una alucinación que no sale como estaba planeada: las gárgolas acechan al protagonista de la letra en medio de un sórdido parque, los gritos y riffs frenéticos hacen justicia a semejante agobio. “Blusher” aprieta las tuercas y ofrece más opresión e incluye growls deathmetaleros entre arreglos math.

En “Moi?” la cosa se pone interesante, aparece la sombra de lo alternativo (¡Más referencias: Nirvana, The Jesus Lizard!). Sigue la desesperación, pero ahora con matices y melodías. Aquí, con la aparición de la casi innecesaria “Tired, Aye?” (una suerte de solo de batería decorado por voces que juegan a desgañitarse) es cuando el camino se pone pedregoso. Con la excepción del riff slayeriano de “Palms Of Hands” y el beat surfero de la roñosa y efectiva “Sold!”, el disco aparca la sorpresa, se repite y no supera los mejores momentos de la primera mitad. Es cierto que el final deja buen sabor gracias a “The Looming” con su épica doom y un buen desarrollo instrumental que se quita el lodo en arreglos math.

Con “Rivers Of Heresy” sucede algo parecido a lo que pasa con los discos de otro de los proyectos en los que anda metido Lombardo, Dead Cross. De primeras suena conmovedor y llamativo pero, conforme se repite, acaba perdiendo interés. Como que no apetece volver a escucharlo de inmediato. Es que el nivel de intensidad –en algunos casos sin un sentido claro– que la música propone termina sonando muy por encima –por cantidad y estridencia– de sus partes más eclécticas y creativas. Vamos, que en este primer acercamiento Empire State Bastard se perdió la oportunidad de lanzar un muy buen EP. Habrá que ver cómo se desarrolla el concepto en directo y teniendo en cuenta los laureles de los involucrados, es posible que le den la vuelta a la tortilla.