Tras foguearse en multitud de directos (incluida una final del Proyecto Demo en 2012) y auto-publicar varias maquetas, los zamoranos concretan al fin su debut oficial en formato largo. “Beta” llega casi un año después de haber sido grabado y, por supuesto, rezuma ruido y mala baba por los cuatro costados.
El disco ha contado con la acertada producción de Carlos Hernández, encargado de remarcar virtudes para potenciar ese definitivo torrente sonoro de nueve piezas que supone la entrega. Un tránsito en el que el quinteto destila influencias de Ride, Nudozurdo, Triángulo de Amor Bizarro, Jesus & Mary Chain o Mogwai, apostando por lírica campera y una apabullante solidez instrumental de llamativos resultados.
El otrora grupo demoscópico de esta casa ha enriquecido sus cualidades, perfilando una personalidad que ahora presentan orgullosos y definitivamente desatados.
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