Las cartas sobre la mesa. Sin complicaciones. Estructuras sencillas, sofisticadas y brillantes entregadas totalmente a textos poéticos, de varios niveles de lectura y con un peso sofocante de la nostalgia, el mar, la comunión, el fuego -y su poder para cauterizar y regenerar-. Coriolà propone un juego de luces y sombras en que su música grita franqueza y transparencia y su mensaje llama a la pausa, a mirar con cautela a través de la mirilla, pues el fondo es bien amplio. Con “El debut”, el quinteto de Premià, capitaneado por Carles Chacón, se entrega al gusto de lo inmediato de unos Manic Street Preachers, a la fuerza compositiva de Bill Callahan o a la pesadumbre de The Cure. Para ello se desvisten la capa folk y abren la puerta de par en par al pop luminoso factura Miqui Puig, muy inspirado por el empaque de la banda en directo (tocan juntos des del 2011). Frescura desquitada de pirotecnia.
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