El duodécimo álbum de los Echo & The Bunnymen viene alabado por el propio Ian McCulloch, como uno de los mejores trabajos de sus últimos años. Razón no le falta. La banda no quiere ahogarse en el estrecho margen de confianza que a veces existe para bandas ampliamente consagradas. Por eso que se han asociado con Youth (Killing Joke, Primal Scream, The Verve), cuya versatilidad a los mandos parece haberles inyectado savia nueva. Ya no por experimentar, sino por ordenar y priorizar los elementos disponibles, haciendo sonar a la banda como Echo & The Bunnymen, y no como una banda copiándose a sí misma. Por intenciones, “Meteorites” podría funcionar como un digno sucesor de su época dorada de antes del 87: “Holy Moses” o “Lovers On The Run” se dejan querer por el clásico sonido Bunnymen. Pero es en un corte con montura de himno como “Market Town” donde hacen diana. Carne de directo de casi ocho minutos, cuyo desarrollo y duración son precisamente sus mejores aliados.
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