Will Oldham, más conocido como Bonnie 'Prince' Billy, le ha puesto cara a la cruz que nos hizo llevar con esa miniaturizada obra maestra del quejío americano que fue “I See A Darkness”.
El tándem que forma “Ease Down The Road” con el que fuera el debut de su heterónimo es especial: pongan “A King At Night” al lado del tema que titulaba “I See A Darkness” y descubrirán anverso y reverso de un mismo cuerpo.
Porque el estado de ánimo que atraviesa ahora Will recuerda al de cuando “Joya” y ahora le engancha en gracia compositiva. Su inscripción al neo-folk con raíz americana es ya simplista. Will es un autor.
Uno de los que escriben, ni que sea en minúscula, la historia de un género y no de un subgénero. Parecía esquivar una ortodoxia cuando lo que estaba haciendo era reescribirla, poco a poco.
Will abre ahora para airear e ilumina con luz natural un disco que no es sólo un cúmulo de grandes canciones a pesar de que sean pequeñas. Es también un todo que advierte que la respiración asistida no es la única forma de oxigenación que conocen sus pulmones. “Just To See My Holly Home” es la canción ideal para una noche de reconciliación con los amigotes (¿mi tema favorito en lo que va de año?).
Y también la confirmación de lo que ya era más que una sospecha: Will Oldham, se esconda bajo el seudónimo que se esconda, es el candidato que continuará la relación Tim Hardin, Bob Dylan, Johnny Cash, Leonard Cohen, Neil Young…
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