Eagulls se enfrentan al gran reto del segundo disco, y más tras los elogios recogidos con su debut. “Ullages” no plantea grandes cambios. El discurso sigue siendo el mismo y su personalidad sigue muy definida. La banda de Leeds vive anclada en los sonidos más oscuros de los ochenta, pero aportando la fuerza de la década posterior. Eagulls no van a cambiar el curso del rock, no van a trepar a cotas más altas, pero son honestos con su trabajo. Y sus canciones son elegantes y sofisticadas, con lo que resulta imposible no acordarse de bandas pretéritas como The Cure o Echo And The Bunnymen, además de ecos a los primeros Interpol o los Editors más rockeros. En cortes como “Velvet” o “Skipping” demuestran que se puede hacer algo bello desde la tristeza y la desolación. Que el pasado siempre vuelve para atormentarnos (“My Life In Rewind”) o que incluso hundido en el agujero más profundo hay siempre esperanza (“Lemontrees”). Eagulls seguirán su camino entre las sombras y será cosa nuestra el acompañarlos o no, pero si “Euphoria” no te convence poco más pueden hacer.
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