Duplo
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Duplo

8 / 10
Fran González — 06-05-2022
Empresa — Montgrí
Género — Indie rock

Ni tres años ni una pandemia han servido para que nos olvidemos del terremoto que supuso la llegada de Yawners a nuestra escena con aquel arrebatador y enérgico debut que fue “Just Calm Down” (19). Mucho ha cambiado la vida de Elena Nieto en estos años en los que, a pesar del hiato de su proyecto, hemos seguido sabiendo mucho de ella de alguna forma u otra y viéndola como colaboradora asidua de otros artistas en directo. La joven artista ha encontrado ahora el momento idóneo para volver a retomar su papel al frente de Yawners, con cambios notorios de espaldas a la galería, pero con el mismo ímpetu y las mismas máximas que refuerzan su discurso: hablar con cercanía, del aquí y el ahora y de esa realidad reconocible con la que cualquiera puede verse identificado.

Bajo la supervisión técnica de Santi García (Ultramarinos Costa Brava), y tal y como ya hiciera para su anterior álbum, la tierna mirada de Elena y su tímida sonrisa nos dan la bienvenida desde la portada a “Duplo”, su segundo álbum –dejando “Dizzy” al margen– y su oportunidad para confirmar que el celebrado éxito que contrajo con su debut no fue casual. También verificamos, nada más arrancar el disco, que las intenciones de Elena por darle más espacio al castellano en sus composiciones se hacen latentes desde el comienzo, repartiendo esta vez en un ecuánime porcentaje el número de canciones en castellano y en inglés. Y efectivamente, tal y como ya comprobamos en su pretérita entrega con “La Escalera”, volvemos a constatar con “No me digas” y “Suena mejor” que la artista afincada en Madrid se defiende como pez en el agua en el idioma que se proponga.

Por si en su debut no quedaron suficientemente claras las referencias e influencias que dan pie a su propuesta, Elena ha buscado ahondar mucho más en esta ocasión en ese sonido punk que remite directamente a la escena underground americana de finales del siglo pasado y a la que lanza homenajes fervientemente abiertos como la maravillosa “Rivers Cuomo”: un apabullante cóctel de frescura, melancolía y espíritu adolescente que la convierten en la pieza más destacable del álbum y en la perfecta banda sonora para ver una puesta de sol a lomos de una tabla de skate. Como no podía ser de otro modo, Elena también invita formalmente a Cala Vento a firmar con nombre propio una de las canciones del disco (“Paranormal”) después de que el propio Joan Delgado tenga acreditadas las baterías en el álbum completo (otro salto de calidad notorio con respecto a su primera entrega y con la que Yawners refuerza su fórmula original). Sus centelleantes punteos henchidos de rebeldía y vigor continúan erizándonos el vello y llenándonos de ese sentimiento a caballo entre la nostalgia y la euforia, como bien revelan los vaivenes emocionales de “Honey”, las trazas honestamente confesionales y crudas de “Tu cumpleaños” o esa mirada directa al sonido más old school de la América de los dosmiles con “El Máximo Solar”.



Encuentros furtivos, relaciones que caen en el olvido, historias que quedan en nada, y recuerdos de una generación abocada a la nostalgia inmediata se dan cita en “Duplo”, una maravillosa reválida que supura olor a golden hour, bowl para patinar y tardes de verano con amigos.

 

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