Súper Sangre Joven
DiscosDuki

Súper Sangre Joven

8 / 10
Karen Montero — 06-11-2019
Empresa — SSJ Records / Dale Play
Género — Trap

Era 2016 y Duki (Buenos Aires, 96) decidía dejar las batallas de gallos para dedicarse a componer sus propios temas. Tenía veinte años y, con esa decisión, iba a ser la cara más famosa del trap argentino gracias a su primer single, “No vendo trap”, que sacó a finales de ese año y que lo presentó como una promesa duradera del género y no solo como un fenómeno pasajero. Su ascenso en la industria ha sido tan supersónico solo en Youtube que se ha podido permitir el lujo de pasar olímpicamente de discográficas y sacar su primer disco de manera independiente. “Súper Sangre Joven” sale de la mano de su propio sello, SSJ Records, y Dale Play Records, y rompe con todo. Hasta la portada y el nombre son llamativos: aluden a Dragon Ball y a sus Super Saiyajín, que su crew ha cambiado por Super Sangre Joven -el más joven, Lucho SSJ, tiene diecisiete años.

Una opera prima tan esperada podía ser que dejara mucho que desear por las altas expectativas de fans y medios. Pero no solo las supera, sino que lo sitúa como rey indiscutible del trap actual en Argentina y consigue su objetivo: posicionar al trap como un género sólido en la escena musical mediante la experimentación entre diferentes influencias. Trap en italiano, tango, sonidos a lo Travis Scott o incluso reggaeton se unen en este disco cargado de letras explosivas.

Lo inaugura “Te traje flores”, uno de los hits indiscutibles del álbum y cuyo vídeo rozó el millón de visitas en Youtube en menos de un día. Le sigue “It’s A Vibe”, una colaboración con Khea –uno de los traperos clave de Argentina-, C. Tangana y Leebrian –la joven promesa más destacable de la música urbana puertorriqueña actualmente. El reggaeton es la base de la canción, que se mezcla con letras de boliches, perreos, calentones y dinero. En “Hitboy”, el tercer tema del álbum, se alía a solas con Khea para meterle las vibras del trap norteamericano en una colaboración sublime –el tándem Duki-Khea es, probablemente, el mejor que el trapero porteño podía formar: sus voces y estilos confluyen a la perfección, tanto en esta ocasión como en colaboraciones pasadas como “She Don’t Give A Fo”.

El R&B también está presente en “Me gusta lo simple” –esta última junto a Alemán, referente de la música urbana en México. Para Duki, en el trap no hay fronteras y, tragando el éxito que sus singles han generado alrededor del mundo, es consciente de que lo suyo es pura transformación del género. Por ello, no repara en experimentos como tango y trap: en “Perdón” añade sonidos de acordeón y termina la canción con versos de “La última curda”, mítico tango del argentino Roberto “El Polaco” Goyeneche.

Primero es argentino y, en segundo lugar, latino. Así, hace bailar sus letras entre ritmos de salsa en “A punta de espada” junto a Ysy A, fundador de El Quinto Escalón, la competición de freestyle más importante en Latinoamérica. La crew creativa de Duki lo es todo. Por ello, invita a más cachorros de la camada SSJ, como Lucho SSJ, en “La Jefatura” y une las tres generaciones del trap argentino junto con él y Marcianos Crew. El idioma ya no es una barrera: en “One Million Dollar Baby”, el trapero porteño colabora con la voz del italiano Sfera Ebbasta. El disco culmina con “Goteo”, single que sacó previamente a la salida del disco en el que demuestra el gran potencial de su música en solitario. Letras sobre drogas, billetes y fama son básicas en sus canciones, como hizo el reggaeton o el rap. Duki se sabe fundamental en la escena del trap y es consciente, además, que es una de las mayores estrellas del género a nivel hispanohablante. No es que llegara al trap para hacer historia: ya hace tres años que él mismo es la historia del nuevo trap argentino.

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