“!Qué rollo!”, “!menudo coñazo!”, “¿donde está el “pum”, “pum”?”… . Estos son los comentarios más habituales que muchos clubbers jóvenes y desencantados hacen del disco de debut de Nathan Fake tras descargarlo de Internet, donde lleva ya “filtrado” un par de meses. Otros, por el contrario, han sabido discernir entre el baile que el niño prodigio de Norfolk nos ofreció en sus celebrados maxis “Outhouse” o “Dinamo” y la electrónica melosa y pop que destila este “Drowning In A Sea Of Love”. Los pasajes melancólicos cercanos a la indietrónica promulgada por Morr Music o la colección Pop Ambient de Kompakt abundan en unos créditos entre los que cabe destacar maravillas como “Grandfathered”, “Long Sunny” o “Bubblechord” y pequeños fetiches como “You Are Here”, más cercanos a los sonidos orgánicos que a la música hecha por máquinas tal y como hoy la entendemos. Y sí, el tracklist del disco también incluye la genial “The Sky Was Pink”, pero en su versión original y no en la versión de James Holden que todos hemos bailado hasta la saciedad en estos dos últimos años por obra y gracia del Dj de turno. Aún así, sigue molando. ¿Qué no?
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